Un partido que quedará en
la historia por el tempranero gol de Julián Rodríguez Seguer. En el saque
inicial, taco de Joel Torres al goleador quien vio adelantado al arquero y
remató con gran precisión desde media cancha. La pelota ingresó al arco apenas
transcurridos 4 segundos. Gol memorable, el más rápido del fútbol argentino.
Liniers ganando desde el
vestuario frente a un rival sorprendido al que le costó entrar en partido.
Concentrado atrás, con Montenegro e Icazatti muy firmes, y buscando intensidad
en el juego, La Topadora casi no atravesó momentos comprometidos en el primer
tiempo. Urquiza abusó de centros frontales buscando la penetración de Gastón
Cueto, bien controlado. Sobre el final tras gran maniobra de Urán, tuvo
Occhiato el segundo pero la pelota cruzó todo el arco.
En el complemento el local
fue con más asiduidad en busca del empate pero sin muchas ideas y chocó con el
orden de Liniers, que se defendió teniendo la pelota. Con el ingreso de Luciano
Pérez tuvo Urquiza más profundidad y en un par de ocasiones estuvo cerca del
empate a través de Cortés y Cueto, pero la estupenda actuación de De Feliche,
con atajadas decisivas, lo impidió. La Topadora manejó los tiempos y amenazó de
contra. La búsqueda de JJ se consumió sin éxito. Con el pitazo final se desató
el carnaval de la alegría.
Notable triunfo de Liniers
en un campo de juego siempre esquivo y frente a uno de los candidatos al
ascenso. El equipo sigue mostrando sus virtudes de orden y eficacia que le
permiten sumar y seguir encumbrado en la tabla.
Habrá que internarse en
los archivos, pero a primera vista este arranque casi impecable de Liniers en
la C nos remonta a los años 1966 y 1967, bajo la conducción de Juan Carlos
Montaño, donde peleó y consiguió finalmente el ascenso a la vieja Primera B.
Más recientemente, está el recuerdo de la inolvidable campaña de 2010-11 con
Osvaldo Ruggero como entrenador.
Víctor Marinelli
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