Una ráfaga de goles en tiempo de adición le permitió a Liniers ganar por primera vez en el Clausura y mantener vivo el sueño de clasificar al Reducido.
El primer tiempo fue decididamente malo. Frío como la tarde. El campo no ayudó. La pelota iba y venía por los
altos sin que nadie atinara a ponerla contra el piso. El primer tiro al arco
fue a los 37, en la única llegada clara de Liniers en la que luego de una serie
de toques Palacio tuvo el gol pero Ramírez, arquero local, salvó sobre la
línea. La respuesta de Victoriano fue 4 minutos después con un remate de Romay,
su jugador más influyente, que Díaz Peyrous desvió sobre su palo izquierdo.
El complemento fue más
atractivo. Mejor el local al comienzo, fundamentalmente por el desempeño de
Ruíz, que probó reiteradamente de media distancia. A Liniers le costaba hacerse
del balón y poder desarrollar su juego. A los 23 en una contra Ruíz aprovechó
un error defensivo y puso el 1 a 0. La Topadora sintió el impacto y reaccionó.
Los cambios ayudaron. Creció Rodríguez Seguer por toda la cancha, Chacón manejó
el juego en el medio y las entradas de Kirzner y Almirón testimoniaron la idea
que Liniers ponía todo por cambiar la historia. Victoriano se limitó a
resistir. No tuvo más llegadas y su idea fue hacer correr el tiempo. Liniers
pudo igualarlo sobre los 32 con un cabezazo de Rodríguez Seguer que dio en un
palo y recorrió toda la línea. La virtud del Celeste fue no darse por vencido y
con garra y coraje fue por el empate, que llegó en el primer minuto de
descuento a través de Víctor López aprovechando un tiro libre de Chacón. Y La
Topadora sintió que podía ganarlo y Almirón desbordó por izquierda asistiendo a
Rodríguez Seguer que con exquisito toque la cambió de palo. Golazo y delirio.
Las mejores versiones de
Liniers son de visitante y encontrándose en desventaja. El equipo saca una
fuerza interior que le hizo obtener puntos valiosos, dejando siempre una sensación
positiva de que puede ir a más, como ocurrió en Valentín Alsina.
Puntos valiosos para
seguir expectantes en la idea de clasificar al Reducido.
Víctor Marinelli
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