Aprendió la lección de partidos anteriores y Liniers frente a Excursionistas armó un equipo corto, que se hizo fuerte en el medio y consistente atrás. Controló a su rival, y a pesar de encontrarse sorpresivamente en desventaja pudo igualar e inclusive sobre el final estuvo cerca de llevarse los tres puntos.
El
campo de juego de césped artificial no estaba en su mejor forma y fue una de
las salvedades a tener en cuenta. El local tuvo mayor dominio en el comienzo,
pero sin profundidad. Orode complicaba por derecha y promediando el encuentro
Díaz Peyrous (esperado retorno al arco) con grandes reflejos evitó con el pie
un remate a gol de Morales. Tras cartón fue Dimotta sobre la línea el que
desvió sobre el horizontal un cabezazo de Orode y luego el local tuvo una nueva
chance en la boca del arco tras una serie de rebotes. Liniers presentó algunas
variantes que de a poco se hicieron sentir, especialmente en el medio con el
ingreso de Palacio se hizo más compacto. Sobre el final de la etapa La Topadora
fue volcando el trámite a su favor y alarmó a Ecursionistas con un cabezazo de
Formichelli, y poco después fue Méndez el que estuvo cerca de convertir.
La
presión de llevarse el triunfo hizo que Excursionistas en el complemento
adelantara líneas, dejando espacios que el Celeste intentó aprovechar. Méndez
estuvo cerca de llegar antes que el arquero Acevedo en una pelota larga y más
tarde Ortíz volvió a exigir al meta local. Sin embargo, cuando nada lo hacía
prever, con un certero zurdazo Arango abrió el marcador para el local. Desde el
banco llegaron los cambios, que fueron influyentes. Leonel García haciendo su
debut fue importante por derecha y nuevamente Kirzner participó en acciones
de riesgo. Liniers sin desesperarse dio señales que el empate era posible, aún
sufriendo cerca de la media hora con un remate de Benítez muy cerca del
vertical izquierdo. Sobre los 34 tras un córner cabeceó Kirzner, rebotó en
Quiróz y Formichelli entrando por el segundo palo estableció el empate y liberó
el grito contenido. Inmediatamente Méndez tuvo el triunfo en sus pies luego de
eludir al arquero, pero al quedar sin ángulo remató apenas desviado con el arco
desguarnecido.
Un
partido chato, pero con buenas sensaciones para La Topadora, que supo recomponerse
y sumar su primer punto en el torneo en una cancha históricamente desfavorable.
Era fundamental cortar la racha negativa y se logró.
Los
cambios producidos por Monasterio mejoraron la imagen del equipo en la
necesidad de sumar, dejando de lado sutilezas para hacerse fuerte en el medio y
no dar más ventajas atrás.
A
partir de ahora vendrán nuevos desafíos, pero Liniers demostró estar a la
altura. No dudamos que en corto tiempo comenzarán a darse los resultados
esperados.
Víctor Marinelli
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