Victoria clave de La Topadora frente a Sportivo Barracas, accediendo a la punta del Clausura en solitario faltando apenas dos fechas. Liniers, además, obtuvo el pase a la próxima Copa Argentina.
Desde
el minuto inicial se vio la postura agresiva del Celeste consciente que era “el”
partido. Exequiel Ortíz desequilibrando por su sector, Kirzner y Méndez complicaban
moviéndose por todo el frente de ataque. A los 8 Ortíz hizo extremar a Balderrama
sobre su izquierda. En un campo de juego de grandes dimensiones pero no en
óptimas condiciones, Liniers mostró firmeza atrás y rápidas transiciones. En la
media hora nuevamente Balderrama fue llamado a intervenir ante una entrada de
Méndez bien asistido por Sallaberry. El Arrabalero cuando tenía el balón
buscaba asociarse, insistiendo por izquierda a través de Villarreal y Thiago
Grandis. La media distancia fue también un recurso del local, que sobre los 34
llegó con un zapatazo de Axel Romero apenas desviado. Kirzner intentó de cabeza
sobre el final a las manos del arquero, pero ya cerrando la etapa Sallaberry
tocó corto a Ortíz que envió un centro sobre el área, Balderrama confundido por
la presencia amenazante de Méndez y Kirzner no atinó a defensa alguna y la
pelota se introdujo en la red. Liniers en ventaja.
Se
esperaba la embestida furiosa de Barracas en el complemento. En la primera
mitad estuvo cerca del empate. A los 5 un zurdazo de Thiago Grandis, su jugador
más peligroso, fue devuelto por el palo, en la opción más favorable. Juárez
también remató por arriba en otra acción riesgosa. Liniers con el ingreso de
Ian Lynch buscó tener más la pelota, al tiempo que el nerviosismo comenzó a
gravitar en el Arrabalero. Un mal rechazo de Báez casi vence a Balderrama, Diaz
Peyrous desvió notablemente un remate de Thiago Grandis y sobre los 21 la gran
figura del Celeste, Exequiel Ortíz, habilitó a Sallaberry que estremeció a Balderrama
con un remate devuelto por el horizontal. Los cambios producidos por César
Monasterio terminaron por consolidar el destino del partido en el que La
Topadora prácticamente no atravesó situaciones comprometidas. Vielma sobre los
36 vio adelantado al arquero y su remate se fue cerca. La desesperación llevó
al local a abusar del juego fuerte. Liniers con orden manejó con solvencia los
últimos minutos, con Palacio y Gridel como argumentos para sostener la pelota en el medio.
Enorme festejo con el pitazo final.
Un
triunfo de valor superlativo ante uno de los candidatos. Una prueba decisiva que
el equipo superó con merecimientos, dependiendo ahora de si mismo en el corto
camino que falta para llegar a la final con Puerto Nuevo.
Víctor Marinelli
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