El ascenso y el campeonato en juego. No fue fácil para Liniers, las dificultades que presentó Puerto Nuevo hicieron mucho más valorable la conquista obtenida. La Topadora debió extremarse al máximo para alcanzar el objetivo.
El partido tuvo todos
los condimentos de una final. Liniers en el primer tiempo jugó atado por la
presión, la ansiedad, un estadio colmado y la posibilidad cercana del ascenso.
Puerto con su habitual juego vertical, hizo un par de cambios con respecto al
partido de ida y a pesar de algunas desinteligencias defensivas, siempre
mantuvo en alto la posibilidad de dar el golpe. Pocas jugadas de riesgo,
Liniers a los 11 tuvo la más clara en los pies de Ortíz con un disparo cerca
del poste derecho, en la instancia siguiente Monzón remató por arriba desde inmejorable
posición. A los 30 Samaniego debió ver la roja ante una agresión a Formichelli.
Sobre los 43 llegó un impecable pelotazo de Moreno que Lojda bajó de pecho,
para con violento derechazo dejar sin chances a Díaz Peyrous. El golpe lo
sintió Liniers que volvió a pasar un momento de zozobra en un pelotazo de
Balbuena que peinó Areco y Ritacco en el área chica no pudo conectar, salvando
el arquero celeste. Silencio y preocupación en el Juan Antonio Arias para ir al
entretiempo.
La charla de César
Monasterio en el vestuario dio sus frutos. Liniers cambió la cara y ganó en
confianza. A los 6 llegó Ortíz exigió a Balbuena tras gran combinación previa. Por
fin sobre los 9 explotó el estadio cuando un estupendo envío de Ortíz habilitó
a Méndez que resolvió con categoría ante la salida de Balbuena. A partir de
allí con oficio Liniers manejó el trámite al tiempo que la desesperación
comenzó a dominar a los jugadores de Puerto Nuevo. Fue un gol psicológico que
encaminó el encuentro. Liniers supo cerrar el partido. Ramón llegó cerca de la
media hora con un zurdazo bien conjurado por Díaz Peyrous. Dimotta con posibilidades a los 39 cerca de un poste.
Sobre el final vieron la roja Samaniego y Gastón Pérez en la visita, en el
límite de la impotencia. Liniers terminó sin soportar momentos comprometidos,
supo cerrar el partido y festejó a lo grande.
La Topadora vuelve a la
C en una temporada con algunos altibajos, que en un momento pareció
complicarse. Fabián Cabello armó el plantel pero no llegó al funcionamiento
ideal, el golpe de timón se dio con la llegada de César Monasterio que encaminó
el recorrido. Triunfos decisivos como frente a Sportivo Barracas o en Campana
determinaron alcanzar la ventaja necesaria para llevarse primero el Clausura y
luego el título de Campeón.
Seis años pasaron del
último ascenso en cancha de Atlas, un breve paso por la C y luego volver a
luchar en la menor de las categorías. Siempre en instancias decisivas, siempre
cerca del ascenso que sistemáticamente el mismo se fue negando, aún con grandes
campañas.
Se abre a partir del
2022 un horizonte interesante para continuar con el crecimiento deportivo. El
institucional tuvo un fuerte impulso en los últimos años, faltaba el que le da
identidad al Club. Ahora vendrán nuevos desafíos.
Locura Celeste. Liniers
dio la vuelta olímpica en Villegas. ¡Campeón!
Víctor Marinelli
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