Con una actuación convincente superando con total autoridad a Yupanqui, Liniers se llevó el Clausura y ahora espera a Puerto Nuevo en la gran final.
Primeros minutos de ida y vuelta. El Trapero se
ilusionó con un remate cruzado de Carabajal muy cerca del poste izquierdo.
Liniers se adelantó y presionó. A los 13 desbordó Sallaberry y su centro
sesgado fue conectado por Kirzner, rechazó Alemán y Méndez con todo el arco a
su merced convirtió el primero. La respuesta no se hizo esperar y tras un córner
Pastrana de cabeza exigió gran respuesta de Díaz Peyrous. El local apuntaba a
la aceleración de Paulides que complicaba por su sector en sociedad con
Carabajal. Liniers no renunció a buscar ampliar cifras. A los 19 un tiro libre
de Gridel rozó el palo derecho. Llegó Yupanqui poco después con un par de
llegadas exigiendo al arquero celeste. Kirzner a los 24 asistido por Sallaberry
tuvo el segundo pero su envío se fue a centímetros del arco. Otro tanto ocurrió
con una llegada de Juan Torres, tras gran acción previa. Las llegadas de
Liniers fueron más profundas. Toque, velocidad y definición. Sobre el final
estupenda acción personal de Ortíz cuyo disparo fue rechazado por Alemán y
Sallaberry desvió apenas. Primer tiempo muy atractivo.
La historia fue distinta en el complemento. Liniers
manejó el trámite con suficiencia ante un rival que de a poco se fue quedando
sin nafta, y que a pesar de las buenas intenciones de Joel Torres nunca pudo
arrimar peligro al arco celeste. A los 7 un gran derechazo tres dedos de
Sallaberry -muy gravitante- se cerca del ángulo superior izquierdo, a los 16
desborde de Kirzner y su centro no pudo ser empalmado por Ortíz frente al arco,
rechazando angustiosamente un defensor. Con el correr de los minutos la
sensación era que Liniers tenía todo bajo control. Mucho más luego del segundo
gol convertido por Kirzner con soberbio cabezazo tras un tiro libre de Gridel
que desató el grito contenido. Yupanqui con dignidad nunca se resignó, pero la
superioridad de La Topadora fue evidente. Liniers dueño del Clausura.
Explosión de alegría al final por el título obtenido. Aluvión
de abrazos y festejo con los allegados. Liniers justificó la conquista a partir
de la llegada de César Monasterio en que tuvo un cambio radical. El técnico
potenció a muchos jugadores, y le dio oportunidad a otros que no eran tenidos
en cuenta. El equipo ganó en solidez y efectividad. Se vio favorecido además
porque cuando dejó puntos (Puerto Nuevo y Lugano) sus rivales en la pelea por
el título no lo aprovecharon.
Pero ahora llegará la definición por el ascenso. Dos
finales con Puerto Nuevo, la primera en Campana. Un rival que impactó en el
Apertura por su juego vertical y contundente. No fue así en la segunda rueda, a
pesar de mantener el mismo plantel.
La Topadora demostró concentración y buen nivel en
finales anticipadas. Argumentos que suman en este tipo de definiciones.
Liniers, como marca la historia, otra vez a un paso de
la C.
Víctor Marinelli
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