La Topadora tenía todo para ganar pero un flojo arranque en el complemento posibilitó el empate de Puerto Nuevo. La desazón duró hasta el día siguiente: el resultado de Cambaceres revivió la esperanza.
Liniers
fue mucho más en el primer tiempo. Luego de unos primeros minutos de paridad,
comenzaron a prevalecer Ortíz por izquierda y Dimotta por el otro sector, al
tiempo que Kirzner y Méndez se constituían en amenaza permanente. Presión en la
salida de Puerto y errores increíbles en los campanenses, que empezaron a
sufrir también las pelotas detenidas. Un par de córners sobre los 6 minutos y
salvadas “in extremis” de Samaniego. Sobre los 9 llegó un tiro libre de
Sallaberry por izquierda y el centro que parecía fácil para Balbuena, producto
del viento, se le escapó, aprovechando Méndez para asistir a Formichelli que
casi sobre la línea marcó. El gol terminó por desconcertar a la visita, que se
vio sometida a un asedio constante. A los 20 se lo perdió Ortíz entrando por izquierda
ante centro de Kirzner. Poco después llegó por primera vez Puerto con un remate
rasante de Ramón que contuvo Díaz Peyrous. Más tarde lo tuvo Sallaberry, tras
un error de Areco, y su remate de emboquillada quedó corto y Balbuena evitó el
tanto. A los 37 Samaniego ganó de cabeza en el área y esta vez fue el arquero
celeste controló con acierto. A los 40 a raíz de un tiro libre de Gridel sobre
la derecha y un increíble segundo error de Balbuena, tal vez motivado por el
viento, al que se le escapó la pelota por debajo, Liniers se iba al descanso
con dos goles de ventaja.
Pero
la historia cambió diametralmente en los primeros minutos del complemento.
Puerto Nuevo se pareció al equipo ganador del Apertura. El ingreso de Moreno en
resultó fundamental. Con el apoyo de Ramón y Redondo, la peligrosidad de
Samaniego y la influencia de Ritacco, el panorama cambió totalmente. Se sumó
fundamentalmente la desconcentración con la que ingresó Liniers. Es así que en
dos llegadas el partido estaba en tablas. Primero fue Samaniego, tras un centro
de Moreno, que apareció sólo para definir y poco después un pase de Redondo en
profundidad a Ritacco definió ante la salida de Díaz Peyrous. Monasterio movió
el banco. Una incomprensible agresión de Redondo a Ortíz determinó que la visita
se quedara con un hombre menos. Esta circunstancia le dio otro desarrollo al
partido. Liniers fue a buscarlo, pero sin la claridad del primer tiempo, pero
generando situaciones. El arquero Balbuena se lució al sacar por arriba un tiro
libre de Mariño, Méndez tuvo su chance rematando cerca del poste izquierdo y
luego fue Samaniego el que sobre la línea evitó el tanto tras un córner
cerrado. Puerto resistió, Liniers se fue masticando bronca.
El
sinsabor del empate quedó en parte sofocado al conocerse el resultado de
Cambaceres al día siguiente: Liniers mantenía la ventaja sobre los de Ensenada.
En
definitiva un llamado de atención para lo que se viene, que será casi una final
con Sportivo Barracas, con quien La Topadora comparte ahora la punta. Muy
cerquita Cambaceres seguirá expectante el desenlace.
Puerto
Nuevo, que ya tiene su lugar en la finalísima, demostró en parte no ser el
mismo del Apertura. El partido del domingo ante el Arrabalero puede significar
un paso decisivo, no solo para ganar el Clausura, sino para lograr el ascenso. De
Liniers depende.
Víctor Marinelli
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