Concluyó la campaña del celeste en la etapa clasificatoria con un pálido empate sin goles frente a Central Ballester. El equipo estuvo integrado por algunos jugadores habitualmente no titulares. Con el empate se aseguró el segundo lugar.
El fuerte viento que cruzaba el campo de juego fue un ingrediente insoslayable en la tarde de Villegas. Un inicio desprolijo, con la pelota más por el aire que por el piso, y el pelotazo como común denominador en ambos equipos. Central Ballester, de leve repunte en el cierre del torneo, buscó cerrar su campaña dignamente. El primer acercamiento de La Topadora fue una combinación entre Lynch y Rosas, cuyo remate controló con acierto Ghiglione. Enseguida llegó a los 26 la visita con un cabezazo de Nicolás Pérez que se fue muy cerca del poste derecho, en una situación clarísima. Kevin González complicó por derecha. Liniers tomó el control en la segunda mitad de la etapa y contó con dos llegadas de Sellecchia, la primera se fue cerca del horizontal y la siguiente fue evitada magistralmente por el arquero canalla.
En el segundo tiempo el nivel decayó aún más. Un tiro libre de Szerdi a los 16 fue desviado sobre su derecha por el arquero en una de las escasas situaciones de riesgo que ocurrieron. Liniers siempre estuvo más cerca, pero sin profundidad ni ideas claras. Szerdi fue el conductor y el ingreso de Ricabana le dio mayor dinámica al equipo. Ballester demostró gran deportividad y por momentos corriendo y metiendo pareció que jugaba por puntos importantes. Faltando 10 minutos Szerdi otra vez con la pelota detenida hizo lucir al arquero que desvió por izquierda e inmediatamente Nicolás López tuvo su chance y desvió el remate final. El cierre dejó conforme a ambos, aunque la producción celeste estuvo lejos de lo esperado. La cabeza estaba en el Reducido.
Liniers concluye así la primer etapa del torneo con un nada despreciable segundo puesto que le permitirá tener ventaja en todo el torneo Reducido. Sin embargo en un rápido balance hay que expresar que el equipo quedó muchas veces en deuda. El potencial daba para pelear el título, pero siempre estuvo lejos ante la regularidad del campeón. Los mejores encuentros fueron ante los más encumbrados, consiguiendo triunfos ante Argentino de Merlo, Real Pilar o Atlas y Puerto Nuevo cuando éstos animaban el torneo. En cambio ante equipos de menor envergadura le costó resolver partidos y dejó puntos valiosos por el camino.
Se inicia la etapa definitiva. Ser inteligentes, ir paso a paso y sin desesperación es la consigna. No hay ningún “cuco” pero si equipos que calladamente pueden dar el golpe. Por eso todos los rivales van a presentar complejidades y esperemos que Liniers sea capaz de resolverlas para poder luego de 5 partidos festejar el ascenso.
Víctor Marinelli
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