La Topadora no pudo mantener la racha de victorias y debió conformarse con un empate frente a un durísimo rival como Claypole que lo tuvo a mal traer por varios pasajes.
De entrada se vieron que las intensiones de la visita no eran ser un mero partenaire. Daniel Acosta fue llamado a intervenir apenas comenzado el encuentro con un rasante envío de Carrera. El Celeste recién pasado el cuarto de hora pudo controlar el juego Y en el primer acercamiento Sellecchia bajó una pelota, le ganó la posición a Ordóñez y de media vuelta venció a Cravero. A partir de allí La Topadora logró asentarse. Crecieron Coronel y Galván, mientras que Sellecchia, la figura de la cancha, fue una amenaza permanente. A los 28 el delantero celeste asistido por Duarte exigió a Cravero y en el rebote Ricabana se perdió el tanto. Pero Claypole encendió la luz roja tras una jugada preparada con un cabezazo de Carrera que brillantemente Acosta desvió por arriba. Sobre el final de la etapa combinaron Sellecchia y Paiva cuyo centro llegó a ser conectado por Duarte junto a un poste y luego un cabezazo de Rosas también se fue cerca. Liniers se iba ganando por la mínima pero la parada no pintaba sencilla.
Imprevistamente en el arranque del complemento la visita se encontró con el empate tras un jugada accidental de Acosta que aprovechó Emanuel Díaz. El gol conmovió a Liniers que a pesar de los cambios no alcanzó a tener el predominio. Por el contrario fue Claypole el que estuvo cerca de impactar merced al buen trabajo de Sarmiento (gravitante en las pelotas detenidas) y Alfonzo. El partido se hizo áspero en virtud de los fallos equivocados de Matías Lacaze que generaron un nerviosismo generalizado. Liniers pudo desnivelar a través de Sellecchia con un envío cerrado que desvió con esfuerzo Cravero. A los 21 gran intervención de Acosta ante un complicado tiro libre de Sarmiento, y tras el córner se perdió el gol Díaz con el arco vacío. Luego otra vez el arquero le tapó un mano a mano a Cueto. Los cambios en La Topadora no aportaron la profundidas deseada. Rosas que había sido injustamente amonestado recibió la segunda amarilla y Liniers quedó con uno menos. Sin embargo el equipo sacó a relucir su personalidad y apostó al triunfo que pudo llegar en un estupendo remate de Sellecchia que encontró nuevamente el escollo insalvable de Cravero. Ya en el descuento, en una desatención defensiva luego de un lateral, Rodrigo Fernández solo frente al arco cabeceó desviado.
Un partido intenso, de alto voltaje, entre dos equipos protagonistas, al que empañó el árbitro con sus desaciertos.
El mérito de Liniers fue su mentalidad de equipo grande, que fue a buscarlo en todo momento, aún con un hombre menos. Pero esta vez la producción no estuvo a la altura de otras tardes.
Víctor Marinelli
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