Una vez más quedó flotando el gusto a poco. Liniers, si bien mejoró con respecto al partido con Claypole e hizo méritos para quedarse con la victoria, y terminó con un punto que representa poco en su presente. César Aguirre luego del partido dio el portazo, pero luego de hablar con los directivos arregló su continuidad, que sin dudas está muy supeditada al resultado del próximo partido.
Liniers dominó en los minutos iniciales. La novedad fue la vuelta de Hugo Pérez que buscó con su habilidad el desequilibrio, primero por derecha, luego por el sector zurdo. Sin embargo la primer llegada fue de la visita, que en el período inicial dejó una mejor imagen. Roldán, el jugador más influyente, se perdió el gol rematando por arriba y poco después en magistral intervención Ammaturo desvió un muy complicado cabezazo de Martínez Grance. El partido fue de tono menor, la pelota circuló más por el aire que por el piso. Ambos equipos buscaron llegar a través de la pelota detenida. A través de ella Rosas tuvo de cabeza el tanto de apertura sobre el final pero el arquero Balbuena estuvo muy atento.
César Aguirre tomó decisiones. El ingreso de Alan González le dio mayor profundidad. Liniers tuvo su momento en los primeros 20 minutos. Hugo Pérez exigió a Balbuena junto a un palo, Rosas se lo perdió luego de cabeza, a los 16, en la más clara de todo el partido, Alan González sorprendió con un remate rasante que devolvió el palo y más tarde Balbuena evitó el tanto de Galván luego de una serie de rebotes. La falta de justeza celeste volvió a atentar contra las buenas intenciones. En la segunda mitad creció Nicolás López en la visita, generando alguna intranquilidad por el lado de Vidal. Centro Español limitó sus chances a la pelota detenida y en un par de ocasiones arrimó cierto peligro. El partido terminó en la mayor intrascendencia. La visita conforme con el punto, cortó una racha negativa de derrotas. Liniers aumentó a cuatro las jornadas sin triunfos y se llenó de dudas.
El técnico Aguirre luego del partido reunido con los dirigentes presentó su renuncia, la que no fue aceptada quedando las partes en reunirse al día siguiente, donde convinieron la continuidad. Pero está implícito que el resultado del partido del viernes será decisivo.
Liniers cuenta con uno de los mejores planteles que por ahora no está dando la talla en un torneo sin grandes “cucos”. Faltó regularidad. El equipo alternó buenas y malas. Cuando le tocó ganar lo hizo aplastando a sus rivales. Pero dejó puntos sin pena ni gloria. Por lo tanto dependerá de la capacidad de los futbolistas en poder cambiar el rumbo y respaldar en la cancha a un técnico en la cuerda floja.
Faltan cinco partidos para terminar la rueda inicial y las matemáticas todavía dan para llegar a la Copa Argentina. El partido frente a Paraguayo puede representar el relanzamiento del equipo hacia lograr el objetivo, o por el contrario, el final de un ciclo y el posterior inicio de un nuevo proyecto con vistas al futuro.
Víctor Marinelli
No hay comentarios:
Publicar un comentario