LINIERS NO TUVO PIEDAD CON BALLESTER

La Topadora liquidó sin miramientos a un disminuido Central Ballester. Es que el Canalla debió soportar la ausencia de 6 titulares por suspensión más la lesión del arquero titular en el partido anterior. Liniers volvió a demostrar un buen funcionamiento y se llevó con holgura el triunfo. Un sueño en grande cobró vida nuevamente…

De entrada se apreciaron las diferencias. A Ballester le costó acomodarse, se notaba desconexión en sus jugadores que trataban de disimular con lucha y entrega. Tuvo la primer llegada clara en los pies de De Benedetti pero Cheppi tapó de manera magnífica. Pero Liniers se mostraba más consistente y haciendo circular el balón por abajo comenzó a marcar diferencias. De León a los 8, habilitado por Willian Giménez se perdió el gol rematando apenas desviado y más tarde fue Szerdi el que hizo extremar al arquero local. El gran despliegue tanto de Basualdo como de Giménez complicó a una defensa que daba ventajas. Sin embargo Ballester con su velocidad en cada réplica también exigió el esfuerzo de Rosas y Potarski para lograr aventar peligro. El partido a pesar de no haber goles era entretenido y con intensidad, rápida circulación en el medio y el esfuerzo de Ballester por equiparar el trámite. Sobre el final lo tuvo Orrego para el local y Basualdo asistió a Szerdi que remató de media distancia y la pelota rozó el horizontal en la situación más clara del celeste.

La historia se quebró definitivamente en el complemento al tiempo que caían las primeras gotas de lluvia. Liniers basado en la solidez de su medio campo fue en busca del arco rival, mientras que Ballester comenzó a sentir el trajín de la etapa inicial. Basualdo resultó casi imparable. A los 8 exigió a Rodrigo Pérez que desvió por arriba, pero a los 12, en una réplica De León combinó con Coronel que alargó a Galván que con preciso remate desde afuera del área vulneró al arquero local. A partir de allí Ballester comenzó a derrumbarse. No tuvo el fútbol ni la profundidad necesaria para inquietar a Cheppi, a pesar del despliegue de Ventecol. Liniers por el contrario creció en fortaleza y en cada llegada hacía tambalear al arco local. El ingreso de Hugo Pérez resultó decisiva. A los 23 el volante asistió a Basualdo que mano a mano con el arquero definió apenas por arriba. Galván también llegaba a posiciones ofensivas y se perdió el tanto poco después tras gran jugada individual. Cuando más arreciaba la lluvia,  el recién ingresado Pérez fue derribado dentro del área. Basualdo, con clase remató el penal y al fin pudo convertir su primer gol. A esta altura la diferencia para Ballester era imposible de sobrellevar, ya que no le alcanzó con el corazón y cayó en el desorden. La Topadora en cada contra lo hacía estremecer. Se lo perdió Basualdo, pero inmediatamente en una contra Szerdi habilitó a Hugo Pérez que con suficiencia eludió al arquero y definió con el arco vacío, en una joyita más del volante ex Atlas.

El panorama celeste cambió radicalmente. Dos goleadas sucesivas que le permiten seguir trepando en la tabla. La punta está lejos aún por más números que se hagan y el objetivo inmediato es llegar en la mejor posición al Reducido.

Lo más trascendente es la recuperación anímica y futbolística del equipo, que con un par de retoques supo reinventarse cuando todo era desilusión. La Topadora, de atrás, viene pidiendo pista.

Víctor Marinelli