Liniers alcanzó su cuarto triunfo en fila y con el arco en cero. Esta vez superó a Deportivo Paraguayo por la mínima diferencia. El marcador final poco tuvo que ver con el trámite que marcó considerables distancias entre uno y otro. Sin fútbol, pero con amor propio el equipo guaraní luchó hasta el final y le dio cierta emoción al cierre.
Apenas 4 minutos y Szerdi estrelló un cabezazo en el travesaño. Fue el primer aviso de lo que luego sería el partido. El segundo llegó antes de la media hora a través de Galván que en gran maniobra personal remató rasante y la pelota mansamente dio en un poste. Tras cartón llegó una espectacular atajada de Moschini ante un remate de De León. Todo era de Liniers, con la gravitación de Galván y la claridad de Szerdi para desequilibrar. Paraguayo superado trató de equiparar con el esfuerzo físico, pero sin ideas para generar jugadas peligrosas. Sobre el final lo tuvo Basualdo de media vuelta y el esférico acarició el horizontal. Ya en el descuento, nuevamente apareció Basualdo dentro del área, siendo trabado por Barreto al querer rematar. Loustau (de muy buen arbitraje) no dudó. El propio delantero con maestría convirtió el penal sobre la izquierda de Moschini.
Se esperaba una reacción del equipo guaraní en el complemento, pero nada de eso ocurrió, por el contrario al querer salir dejó espacios y desnudó aún más sus limitaciones y desajustes en el fondo. La Topadora dejó siempre la sensación de ser más. Se perdió el gol De León a los 9 ante una mala salida del arquero, que pocos minutos más tarde se reinvindicó al tapar magníficamente un remate de Willian Giménez. Basualdo solo frente al arco cabeceó por arriba a los 20 y cerca de la media hora otra vez el arquero impidió el tanto de Giménez. Cheppi no atravesó momentos comprometidos, sin embargo, Paraguayo nunca bajó los brazos y a pesar de estar lejos en el trámite estaba apenas a un gol del empate. Sin fútbol, sin ideas pero con mucho corazón y amor propio luchó y le dio al final un tono de incertidumbre cuando en un córner fue el arquero a cabecear y todo Liniers miraba desesperadamente el reloj.
Triunfo que no dejó dudas para el Celeste que sigue su marcha buscando la mejor ubicación posible de cara al Reducido. El equipo ha adquirido una mística, que viene relacionada con el orden defensivo, equilibrio en el medio, el buen juego, y el ir a buscar siempre los partidos con actitud y generando situaciones de gol.
La Topadora está imparable.
Víctor Marinelli
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