La Topadora fue mucho más que un gol de diferencia frente a Lugano, pero como en tantas tardes, le costó definir situaciones favorables y sobre el final terminó apurado.
El injusto traspié en Merlo Norte merecía rápida revancha. Y Liniers lo entendió así saliendo desde el minuto inicial en busca del desnivel. El equipo funcionó a pleno, con Hvala y Ricabana haciendo la diferencia por derecha, Szerdi desbordando por el otro sector, Rodrigo Maidana junto a Oscar Romero marcando el camino desde el medio y Willian Giménez es un esfuerzo terrible corriendo todas y siendo una amenaza permanente. Por lo tanto no extrañó que en todo el primer tiempo se jugara en campo naranja. A los 3 avisó Szerdi con remate cerca de un poste, poco después fue Maidana tras un lateral el que estuvo a punto de llegar antes que las manos de Mariano Romero. El predominio celeste era total. A los 18 Hvala sorprendió con un tiro libre que se fue apenas por el palo izquierdo y a los 21 media vuelta de Willian Giménez y remate cruzado muy cerca del poste izquierdo. Por fin a los 23 Maidana ejecutó con precisión un tiro libre y el colombiano Rosas Quintero de cabeza convirtió el tanto de apertura. Lejos de relajarse Liniers buscó más. Acentuó sudominio y se asoció para sumar jugadas sobre el arco rival. A los 33 nuevo remate libre de Maidana y esta vez fue el travesaño el que evitó el segundo, hasta que a los 41 Ricabana asistió a Willian Giménez que con maestría de goleador puso el 2 a 0. Lugano sobrellevó la carga de la adversidad. Muy desordenado, en ofensiva apenas se acercó con un tiro al arco a los 37 que se fue a un par de metros del palo derecho.
Lugano jugó sus cartas en el período final. Insistió con más corazón que juego. Liniers palpitaba el tercer gol plantado de contra, con la firmeza de Rosas Quintero (de arriba y de abajo), la aceleración de Szerdi y Hvala por izquierda y con Willian Giménez que elevaba su influencia por derecha. A los 12 el delantero paraguayo en gran acción individual remató de zurdita, cruzado, muy cerca del poste derecho. Sin embargo, Lugano pasado el cuarto de hora dio señales de vida y arrimó peligro en un par de llegadas al arco de Cheppi. La más clara fue un envío de Krojo muy cerca del horizontal. Mientras se palpitaba el tercer gol en cualquier momento, Lugano con los cambios hacía su trabajo no excento de brusquedades en varios de sus hombres. Basualdo tuvo el tanto a los 37 pero definió mal hasta que a los 43 llegó el descuento de Krojo en una desatención defensiva y hubo que sufrir los 4 minutos adicionales, con un discutible tiro libre sobre la hora que pudo derivar en el empate de Lugano. En definitiva Liniers que estaba más para el tercero terminó pidiendo la hora.
Para el celeste queda el saldo de un primer tiempo en alto nivel, borrando de la cancha a su rival, y un segundo período en el que no pudo liquidar el partido y terminó con algo de zozobra. Nuevamente tuvo situaciones favorables en cantidad, pero sufrió por ineficacia.
Los resultados acompañaron y Liniers está otra vez dependiendo de si mismo para llegar a la Copa Argentina. La cita decisiva será en Valentín Alsina la semana próxima.
Víctor Marinelli
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