Con muy poco Argentino de Merlo se llevó todo. Lo ganó casi sin tirar al arco. Liniers asumió el protagonismo en gran parte del partido y hasta hizo figura al arquero local, pero le faltó final para aprovechar sus momentos. Cuando el partido se encaminaba al cero Argentino aprovechó una acción aislada y terminó festejando la punta del torneo en solitario.
El local de entrada quiso imponer condiciones, Scisci exigió a Cheppi en la primer acción. Pero fue Liniers con el transcurrir de los minutos el que mantuvo supremacía, metiendo presión, manejando el balón y generando opciones que tuvieron a mal traer a Milton Hansen, arquero local. La movilidad de Szerdi, la profundidad de Hvala fueron circunstancias insalvables para un Argentino que no conseguía dar dos pases seguidos. La Topadora crecía con el avance de sus volantes. A los 12 Szerdi remató cruzado cerca de un poste, luego a los 17 Liniers tuvo la más clara en los pies de Hvala respondiendo magistralmente Hansen sobre su izquierda, dando un rebote que tomó Maidana y con angustia rechazó un defensor al córner. Luego fueron Szerdi y Vidal con soberbio zurdazo los que arrimaron peligro. A los 25, en el mejor momento del celeste se produjo un imprevisto corte de energía que duró 18 minutos. En la reanudación la tónica no cambió, con Liniers dando la sensación que podía marcar la diferencia. Szerdi lo tuvo sobre el final, pero logró rechazar un defensor al córner. El nerviosismo crecía en el local, especialmente en su técnico que arengaba con gritos desaforados desde el banco y desde las tribunas imperaba una sensación de incertidumbre.
No bajó la intensidad Liniers para el complemento. La velocidad de Hvala siguió generando mucha preocupación. A los 9 el arquero local nuevamente fue llamado a intervenir en otra aparición del delantero. Recién a los 11 en un remate por arriba llegó el local a través de su goleador Scisci. Promediando la etapa otra vez Hansen controló un remate rasante de Hvala. Con el correr de los minutos el partido entró en una meseta, con la sensación que un error podía definir todo. Y la desatención llegó en la defensa de Liniers a los 28 y fue Echegaray (que estaba próximo a salir por cambio desde el banco), el que aprovechó para marcar el tanto que definió todo. En el cuarto de hora final manejó con oficio el trámite Argentino, planchando las acciones, teniendo incluso la chance de aumentar con un remate del ingresado Alan Salvador que dio en el palo. Liniers no tuvo reacción, no avasalló ni agobió, los cambios no dieron efecto. En definitiva se le cortó la luz. Y esta es la mueca de preocupación que dejó el partido. En el final, festejo interminable del local con fuegos de artificio incluidos. En definitiva marcó la dimensión de la victoria alcanzada.
Paso en falso que preocupa. Una vez más (como frente a Puerto Nuevo) el equipo a la hora de dar el salto a la punta no logra el objetivo. El diagnóstico es similar: Liniers tiene volumen de juego, genera opciones, pero no las resuelve. Falta precisión en los metros finales. Y sin hacer goles no hay resultados, al margen de dar la sensación de superioridad sobre los eventuales rivales. Frente a Argentino fue una película ya vista. Ahora, se complicó la clasificación a la Copa Argentina.
Víctor Marinelli
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