Resulta difícil de explicar un resultado que se contrapone totalmente a lo ocurrido en el campo de juego. Liniers hizo todo para ganar, fue sólido en defensa, generó en el medio y tuvo la cantidad de situaciones propicias para ganar el partido. Sin embargo, sobre el final, una contra lo tomó mal parado y se quedó con las manos vacías. La bronca no tiene fin.
El Celeste enfrentó a un rival que no vino a pasar desapercibido por el Juan Antonio Arias. Muy por el contrario, tomó la iniciativa y con un planteo valiente quiso sorprender. El comienzo fue de tono menor, aunque Liniers comenzaba a insinuarse peligroso cuando Hvala se hacía del balón. Es que por el sector derecho La Topadora sacaba claras ventajas cuando también se sumaba Ricabana en sintonía. Así comenzó a tambalear el arco de Ballester. Primero Hvala exigió a Rodrigo Pérez, arquero visitante. Luego fue Ricabana que mano a mano con el arquero definió cerca de un poste. El fondo visitante se hizo cada vez más inestable frente a la presión de Liniers. Hvala desbordó por derecha y Szerdi se perdió el tanto ante un error del arquero. A los 35 el poste evitó el tanto de Basualdo y tras cartón un centro cerrado de Szerdi picó en el travesaño y salió. Luego un violento tiro de Hvala fue contenido junto a un palo por el arquero. El gol parecía caer en cualquier instante. Igualmente Ballester, aún superado, fue siempre al frente, y su mejor opción la tuvo en los pies de una de sus figuras, Velázquez, rematando sobre el horizontal con Cheppi vencido.
En el segundo tiempo el trámite poco cambió. Liniers marcó la tendencia en el juego. Ballester apeló al juego fuerte para contrarrestar la superioridad rival. A los 2 minutos Hvala dejó por el camino al arquero y definió sin precisión al primer palo apenas afuera. Dos minutos después magistral volada del guardavallas visitante ante un cabezazo de Szerdi. A los 9 fue expulsado con roja directa Gelenchir, en una decisión no del todo clara de parte de Jorge Mitre, que no tuvo una tarde acertada y al que el partido estuvo cerca de escapársele de las manos. A partir de allí se asentuó aún más el dominio celeste. Ballester se retrasó apostando a alguna réplica feliz. Sendos remates de Szerdi se perdieron muy cerca de los postes. Liniers apostó con los cambios a ganar en profundidad, pero se fue desgastando al no conseguir el gol. Igual la sensación de peligro inminente rondó siempre el arco de Ballester, que en cambio se hizo fuerte atrás y perfilado para sorprender. A los 37 en plena ofensiva celeste, a través de una veloz contra encabezada por Valenzuela y Ayala, que culminó con éxito Doval por izquierda. En su única llegada en el complemento la visita se llevaba todo. Festejo interminable del Canalla, que se prolongó a los vestuarios. Liniers no tuvo tiempo para intentar más. Tuvo las mejores oportunidades pero no fue eficaz. Ballester todo lo contrario.
La derrota cayó como un balde de agua helada. El trámite del partido no hacía prever un deselance como el que tuvo. Pero no hay que enloquecer, porque el rendimiento del equipo fue satisfactorio y el partido a nadie hubiese extrañado que terminara (a pesar de los méritos de Ballester) con Liniers ganándolo por un par de goles. En fútbol lo que no convertís en el arco de enfrente lo sufris en el propio.
Víctor Marinelli
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