Exitosa presentación de Liniers en el Juan Antonio Arias. Un triunfo indiscutible, aunque recién pudo coronarse en el minuto final. Real Pilar mostró muy poco, jugó con dureza al amparo de un mal desempeño del árbitro Franco Acita. La Topadora comienza a acelerar en el campeonato.
Desde el inicio los argumentos se hicieron bien visibles. Liniers con la iniciativa constante impuso su decisión, mientras que el equipo visitante trató de resistir apelando al juego fuerte. Cerca del cuarto de hora comenzó el trabajo a destajo para Castrogiovanni, no siempre seguro. Primero fue Hvala y luego Szerdi que exigieron al arquero visitante. El dominio celeste se fue asentuando, Pilar sobrellevó la carga. Szerdi remató cerca de un poste desde inmejorable posición. Las apariciones en velocidad de Hvala se hicieron imparables para Bordón, y Liniers generó por izquierda las mejores oportunidades. A los 25 fue el delantero celeste que exigió a Castrogiovanni que desvió por arriba del horizontal y otra acción similar se dio sobre el final de la etapa. Grandis y Quintana jugaron regalados. Debieron ver la roja y ni amarilla sufrieron.
El segundo tiempo volvió a ser un monólogo de Liniers, aunque ahora Real Pilar se retrasó más, manteniendo como único argumento los pelotazos para Pastrana y Perrona. Faltaron variantes en La Topadora para torcer el rumbo, al margen que la visita fue ordenado en defensa. El tiempo fue transcurriendo y el gol siguió sin aparecer. Sin embargo Liniers nunca se resignó y con inteligencia buscó el desequilibrio. César Aguirre tomó decisiones que al final dieron sus frutos. A la cancha Alan González con tan sólo 16 años, que marcó el rumbo por derecha. La entrada de Rodrigo Maidana fue la otra carta ganadora. Después de que Szerdi en una de las escasas llegadas claras rematara cerca de un poste, llegó el minuto 90, justo cuando el juez marcaba los 3 adicionales. Infracción sobre Alan González, envío combado de Vidal, falló Castrogiovanni y Rodrigo Maidana de cabeza hizo liberar el grito contenido directo al corazón de los hinchas.
El Celeste hizo todos los méritos, y supo cómo ganarlo, sin caer en la desesperación ni el nerviosismo. Real Pilar no remató al arco en todo el partido. Su único objetivo fue llevarse un punto, o lograr el milagro en algún pelotazo. Sus argumentos fueron escasos.
Liniers, como marca la historia, comienza a perfilarse como uno de los serios candidatos.
Víctor Marinelli
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