No es la obra de Rimbaud, es la realidad que le toca vivir al Club Liniers.
Los dirigentes de la divisional D siguen dejando mucho que desear. No solo desconocen los fallos del Tribunal de Disciplina sino que ahora, en una nueva reunión llamada para confirmar si paraban o no, tomaron la insólita resolución de prohibirle jugar oficialmente a Liniers.
La idea original de Dante Majori era reunirse con Armando Pérez para plantearle el tema del “Grupo de los 10” de ir al paro, pero tan ridículo cuestionamiento no mereció la menor atención por parte del Presidente del Comité de Regularización que ni siquiera lo atendió.
Entonces la resolución final quedó centrada en una nueva reunión mantenida por la categoría. Otra vez se asistió al panorama habitual: Voces altisonantes, dedos acusadores y amedrentamiento por parte de quienes ostentan el rol de dirigentes (pero que actúan como auténticos barras bravas) que cargaron sistemáticamente contra Marcelo Gómez como responsable máximo del dilema planteado.
Luego de horas de discusión la novedad ahora es que resolvieron en lugar de dejar de jugar ellos, prohibirle jugar a Liniers hasta que salga el fallo del Tribunal de Apelaciones, situación que puede demandar entre 10 y 20 días.
Según esta decisión, Liniers hoy no puede seguir jugando en la D por tiempo indeterminado. ¿Qué pasará si el fallo les resulta nuevamente desfavorable a los acalorados denunciantes?, ¿Con qué nuevo mamarracho vendrán?.
La chatura argumental de los dirigentes asombra tanto como el odio, la ignorancia y el resentimiento que exponen. Llevado todo esto a sus respectivos clubes, explica el por qué muchos de ellos tocan fondo a menudo.
Casi como un acto piadoso para la salud mental del club, Liniers debe volver lo antes posible a la categoría C, que es la que históricamente le corresponde.
La pregunta final es: ¿Qué poder tiene la mesa de la categoría para impedirle a Liniers jugar los partidos que oficialmente AFA programa?. La respuesta es obvia: Ninguno.
Liniers seguirá peleando casi en soledad por sus derechos, pero como siempre lo hizo en su historia: Respetando la Ley.
Víctor Marinelli
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