Liniers debía ganar para seguir de cerca a los punteros y lo consiguió. Por momentos jugó bien, por otros no tanto. Paraguayo en la resistencia no estuvo tan lejos de llevarse un punto. En una ráfaga de 3 minutos La Topadora se llevó la victoria.
En el primer tiempo se vio lo mejor del celeste, generando varias situaciones propicias y desarrollando momentos de juego asociado. A los 12 escapó Castano por izquierda y su centro fue conectado por Coronel cerca de un poste, poco después combinaron Coronel y Cáceres que remató apenas afuera. La más clara fue un lujo de Castano que tiró de emboquillada sobre Quaranta y la pelota besó el travesaño. Cerca de la media hora Allende envió un centro por el segundo palo que cabeceó Coronel a centímetros del poste derecho. Paraguayo que hasta ese momento simplemente se limitó a contener, con Nodar como bastión, generó un par de acercamientos a través de Nicolás Gómez, el más claro sobre el final cuando dejó por el camino a Cabrera, salvando Potarski cuando la pelota entraba.
En el segundo tiempo el panorama no cambió demasiado. El partido no salió de la monotonía, con Liniers en la iniciativa sin demasiadas ideas y Paraguayo perfilado para sorprender, pero firme en la idea del empate. Las opciones más claras fueron para el celeste. Zurdazo de Cáceres que desvió Quaranta junto a un palo cuando se jugaban 17 minutos y cerca de la media hora fue Coronel el que se perdió increíblemente el tanto tras un centro de Allende, la pelota le picó antes y cabeceó por arriba con el arco semivacío. El partido no ofrecía demasiados atractivos y se encaminaba al empate. Pero apareció una ráfaga fulminante de situaciones en 3 minutos. A los 31 Leguizamón desvió con su brazo dentro del área un remate de Coronel y Battaglia marcó el penal que ejecutó Fleitas y desvió el arquero al córner. Aceleró Fleitas su envío y Castano marcó de cabeza, pero el árbitro anuló con buen criterio el tanto toda vez que estaba ordenando un cambio en Paraguayo. En la jugada siguiente, Pattini envió un centro pasado y Potarski entrando por el segundo palo convirtió de cabeza. La tercera fue la vencida. Allí terminó el libreto de la visita, que salió en busca del empate y complicó con un par de centros a Liniers que terminó mirando de reojo el reloj.
El triunfo era necesario. No se alcanzó el lucimiento de otras tardes, pero bastó con la aparición de algunas individualidades. Frente a la ausencia obligada de Romero (por un problema familiar), fue destacable la tarea de Riquelme, con prolijidad y criterio. Defensivamente el equipo respondió las pocas veces que Paraguayo lo apremió. Adelante algunos circuitos encendidos en el primer tiempo entre Castano, Fleitas, Coronel y Cáceres, en el complemento se optó más por la maniobra individual.
Se abre un panorama alentador con nuevos partidos en el Juan Antonio Arias para seguir con la racha que por ahora suma 10 partidos sin perder y alcanzar así posiciones de vanguardia. Por ahora con algunos destellos de inspiración alcanza.
Víctor Marinelli