Primer triunfo de La Topadora en el operativo retorno. Fue merecido, pero sin sobrarle demasiado. Frente a un rival con muchas limitaciones, Liniers puso el fútbol por momentos y con eso le alcanzó; a la hora de meter, también salió airoso, a pesar de las secuelas en varios jugadores. Partido más luchado que jugado en un terreno imposible.
Claypole siempre dominó más, pero a sus intentos siempre le faltó final. Es que Liniers esta vez no dio ventajas atrás y tuvo en Pablo Paiva su figura rutilante. Sectores intransitables del campo de juego barroso hicieron cambiar la idea. Tener demasiado la pelota era imposible. Fleitas fue el encargado de habilitar constantemente a Castano y Cáceres. En el primer acercamiento serio el local mostró sus inconvenientes atrás y Coronel se perdió el tanto. El partido como era de prever se hizo friccionado y también muy dialogado. Los tibios intentos del local casi no llevaron riesgo para Cabrera. Cerca de los 40 avisó Cáceres con un remate por arriba y 2 minutos después llegó la jugada decisiva: arrancó Braian Cáceres por derecha, limpiando un par de rivales y alargó a Castano cuyo centro sobre el área fue conectado exitosamente Fleitas de cabeza. Uno a cero para ir a los vestuarios.
La desesperación se apoderó de Claypole en el complemento urgido por el numeroso público que lo acompañó. Tuvo un par de ocasiones con remates de Avalos y Gallardo que se fueron cerca. Pero Liniers resistió, estuvo muy concentrado atrás, esperando fríamente el momento de liquidar el pleito. Lo tuvo a los 9 en otra gran combinación entre Romero, Coronel y Fleitas, que remató con sutileza apenas desviado. Insistió el local por derecha, apareció Hugo Pérez como conductor, pero nunca llegó a ser avasallante. El juego fuerte y por momentos malintencionado del local dejó sus secuelas: Braian Cáceres recibió terrible codazo de Pablo Gallardo que no tuvo sanción, a pesar que el jugador quedó con la boca partida; Maxi Castano terminó con un tajo en la cara producto de la pierna en alto de Santiago Szerdi y la roja no apareció; Romero debió salir antes por los golpes recibidos. Ante la voluntad y desorden del local, Liniers opuso temple y orden defensivo, alcanzando en definitiva un triunfo incuestionable, aunque apurado por las circunstancias y los 7 minutos de adición del árbitro. Castano y Fleitas en el centro de atención, fueron figuras.
Con fútbol en cuentagotas, pero demostrando un coraje enorme, Liniers superó una difícil parada. Como será casi una constante en todo el torneo deberá dejar el frac y calzarse el overol. Esto en el frente futbolístico, el otro comenzará a jugarse desde los escritorios de AFA donde tratará de salir airoso de la incomprensible movida de varios clubes.
Víctor Marinelli
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