DE CABEZA A LA SALVACION

Tan festejado como sufrido triunfo de Liniers frente a Central Córdoba. Cuando la claridad no llegaba, y la desilusión por un penal marrado invadía el ambiente, apareció la cabeza de Sebastián Allende para alimentar la esperanza de mantener la categoría.

El partido fue de discreto nivel. Los dos equipos intentaron pero pudieron exponer poco. Apenas arrancó el partido Ferrari no pudo definir frente a Cabrera luego de un error defensivo celeste. Pasado el cuarto de hora, en gran jugada personal, Braian Cáceres con un amague se sacó de encima dos rivales y remató cruzado, la pelota le picó antes al arquero Mus y se introdujo dentro del arco. El festejo duró poco, toda vez que tras un tiro libre de Fernández, apareció Vella, figura de los rosarinos, que de cabeza le cambió el palo a Cabrera y establecer la igualdad. El partido se hizo trabado y parejo, con defensas que por momentos tambalearon, pero escasa pericia ofensiva en ambos.

En el complemento Liniers salió más decidido en busca del triunfo que necesitaba, pero sin demasiadas ideas. Por el contrario pareció Central Córdoba más preciso e incisivo. Cabrera le ahogó el grito de gol a Sánchez en el inicio, luego un par de acercamientos frente a ambos arcos hicieron pensar que el desnivel podría producirse en cualquier momento. El correr de los minutos hizo que esa idea se fuera diluyendo, aunque siempre fue Liniers el que obligado por las circunstancias buscó más. Cerca de la media hora hubo un claro penal de Mus a Castano no sancionado, cometido por torpeza del arquero más que por intensión. Sin embargo la ambición de Liniers pareció tener su premio faltando pocos minutos cuando Pérez derribó a Cáceres dentro del área. Allende se encargó del penal, pero Mus en gran acción desvió al córner. Cuando el desánimo se apoderaba de los hinchas celestes, en la jugada siguiente, llegó un centro de Cáceres y el cabezazo ganador de Allende junto a un palo liberó el grito contenido.

Tres puntos de oro que llegaron tal vez en el momento menos esperado, porque el rendimiento del equipo no alcanzaba el nivel de otras tardes y el empate parecía ser el resultado más lógico. Pero a esta altura de los acontecimientos sólo sirve ganar y Liniers lo consiguió. Con figuras trascendentes como Allende con su empuje, sobreponiéndose al penal errado, Mendoza con su prolijidad en el medio, Cachi López siempre influyente por su sector, Braian Cáceres desplegando su magia y siendo gravitante en las jugadas decisivas, más el corazón de todos, que sigue latiendo más que nunca para reafirmar que la salvación es posible.