Llegó en silencio a mediados de 2014, cuando muchos desconocían sus antecedentes, tomó un equipo descendido y casi desmembrado, tuvo la grandeza de amoldarse al difícil momento financiero del club y al tenso clima político imperante.
Juan Saitta en el segundo semestre de 2014 armó la base y en 2015 consiguió el máximo logro del ascenso a la C superando a rivales que triplicaban a Liniers en presupuesto. Junto a Jesús Mela y Cristian Ortíz, el resto de su cuerpo técnico, trabajó con humildad y mucha responsabilidad. Apechugó en las difíciles y fue mesurado en el festejo. Siempre con respeto y esa caballerosidad que ya casi parece perdida en el trato habitual con las personas.
En este semestre la ilusión era grande. Mantuvo el plantel ganador, lo reforzó, sumó chicos de inferiores. Pero este torneo es despiadado, sabe de urgencias, no da tiempo para esperar resultados. Hay que sumar determinada cantidad de puntos para salvar la categoría. Y así lamentablemente Saitta debió dejar su lugar. Lo que no dejó de lado fue su hidalguía como persona.
Desde este lugar le agradecemos enormemente por su labor profesional y humana. Ya es parte de la historia grande del club. Dejó su marca.
Las puertas quedaron abiertas para, tal vez algún día, completar la historia.
Víctor Marinelli
1 comentario:
Gracias Juan Saitta. Me hiciste muy feliz en Atlas, recuerdo que llevaré en mi corazón x siempre. MUCHAS GRACIAS!MUCHAS GRACIAS!
Fernando
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