La historia parece repetida. Liniers perdiendo por la mínima diferencia y siempre dejando la sensación de que falto “algo” para sumar. Rivales con más oficio y experiencia lo dejan con las manos vacías. El partido con Laferrere no fue la excepción. Liniers parece ser un equipo “tierno” para la categoría.
La idea de César Aguirre era estar firmes atrás, ensuciar el medio y sorprender por las bandas. De arranque Laferrere le puso intensidad y vorágine, Liniers mantuvo la idea de aprovechar alguna chance aislada. El local a través de Gustavo Tortuga Fernández (figura decisiva) rápidamente demostró sus intensiones. A los 10 un cabezazo del delantero se perdió cerca del palo derecho. El partido con libretos diferentes tuvo un desarrollo atractivo, mostrando a Liniers con la guardia en alto. A los 21 el celeste tuvo su oportunidad en un remate de Cachi López que Monasterio controló bien ubicado por el segundo palo. Rápida salida del local, jugada personal de Jonatan Fernández por izquierda, error defensivo celeste y el Tortuga Fernández entrando por adentro se encuentra con el arco a su merced para colocar el tanto de apertura. Enseguida otra vez el Tortuga tuvo el segundo ante un nuevo desacierto, esta vez en el medio. La táctica y la estrategia se derrumban ante la realidad del gol. Laferrere, seguro de sus fuerzas, bajó la intensidad y el partido cayó notoriamente su nivel, porque Liniers, obligado por las circunstancias, evidenció falta de armas para revertir el trámite.
La expulsión de Paiva apenas comenzado el complemento pareció definitivamente encaminar el rumbo del partido. Pero nada de eso ocurrió, porque con los cambios introducidos por Aguirre, Liniers llegó a pelea el medio y hasta se animó a soñar con el empate. Gran despliegue de Castano, que buscó asociarse permanentemente a Braian Cáceres, al tiempo que Rubén Domínguez se hacía profundo por izquierda. Sobre el cuarto de hora Domínguez le robó la pelota a Sebastián Pérez y cuando Cáceres se acomodaba para enfrentar al arquero fue lícitamente desplazado por Nieva. Laferrere, con defensores pesados pero con oficio se armó atrás, apelando a distintos recursos puso el partido en el freezer y esperó alguna contra para liquidarlo. Liniers ensayó varias jugadas interesantes pero siempre le altó peso en los últimos 20 metros. Domínguez con remates de media distancia fue uno de los pocos recursos explotados. En la contra, Laferrere tuvo varias chances para liquidar el pleito, pero una vez Coronel y otra Cabrera por dos veces lo impidieron. El esfuerzo de Liniers aún con 10 hombres impidió bajar anticipadamente el telón del partido; terminó de pie y dignamente. Laferrere recién festejó con el pitazo final de Ramírez, al margen de ganar sin objeciones.
Como antes mencionábamos, Liniers una vez más pierde por la mínima frente a rivales que con poco se llevan todo. Urgentemente necesita un resultado positivo para ganar confianza y convencerse, a pesar de todo, de que se puede. El próximo partido frente a Sportivo Barracas puede marcar definitivamente el rumbo futuro.
