El debut estuvo lejos de lo soñado. Liniers perdió frente a Justo José de Urquiza y una mueca de preocupación quedó flotando en el aire.
En los primeros minutos La Topadora tomó la iniciativa. Piedrabuena con participación protagónica por derecha, recuperando y saliendo, Cáceres en la distribución, conectándose con Castano, al tiempo que Coronel intentaba la individual por izquierda. Tan sólo un remate de Piedrabuena, tras un quite a Mariano Díaz, llevó riesgo al gravitante Diego Córdoba, que resolvió con acierto. Cuando nada lo hacía prever llegó la estupenda combinación entre Nóbile y Zalazar que definió con maestría junto a un palo para abrir el marcador. La visita se acomodó mejor, tuvo preeminencia en el medio y Liniers careció de claridad, ideas y orden para acercarse al arco rival.
Apenas iniciado el complemento, cuando Saitta produce el ingreso del punta Sanabria con la idea de alcanzar el empate, la visita volvió a golpear con un remate de Nóbile que encontró mal parado a Cabrera. Liniers fue alma y corazón, pero con pocos argumentos. Igualmente produjo las opciones más claras, fundamentalmente a través del ingresado Sanabria, de buen desempeño, que acechó permanentemente. Primero con un remate junto a un poste, luego, tras una serie de rebotes, con un envío sobre el horizontal, y finalmente en dos chances muy claras, una salvada sobre la línea por Salto y otra por el arquero Córdoba en un vibrante mano a mano, tras gran pase de Castano. Urquiza con un planteo inteligente, presión en todos los sectores, marca encimada y circulación de pelota, a pesar de jugar lejos del arco rival. Demostró cohesión y ser un equipo que puede animarse a pelear arriba. Pegó en los momentos justos y sobre el final casi Zalazar convierte de media cancha al ver adelantado a Cabrera. Liniers intentó sin éxito hasta el final, merecía alguna recompensa por el esfuerzo.
Para La Topadora el balance del primer partido fue deficitario. Pero hay algunas observaciones a tener en cuenta. Juan Saitta obligado por las circunstancias debió armar una defensa y medio campo sin demasiado rodaje en los amistosos, y eso se notó. No hubo generación de fútbol. A la ausencia de Mendoza en el medio para manejar los tiempos, se sumó a la de Mantovani-Espínola y/o Paiva-Pardo en la zaga central. Convincente debut de Sanabria, a pesar de no haber convertido, participó de las cuatro llegadas del segundo tiempo. Castano sufrió marca estampilla y no tuvo demasiadas oportunidades. Destellos de calidad en cuentagotas. Coronel sin la explosión de otras tardes. Buen primer tiempo de Piedrabuena, que al final terminó cubriendo el lateral ante los cambios en busca del descuento. Romero se debatió en soledad. Pero fundamentalmente hay que establecer que Liniers enfrentó a un equipo trabajado, que va a ser de los más complicados del campeonato. Tal vez no era el rival ideal para un debut exitoso.
Víctor Marinelli
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