LINIERS LLEVO EL PARAISO A AMERICA

La Topadora es de la C. Vuelve luego de un año y medio, tras superar a Atlas 3 a 2 en la final del Reducido.

Atlas organizó brillantemente la escenografía exterior, pero en el campo de juego fue Liniers el equipo que se llevó legítimamente el triunfo y la consagración. El Marrón con gran hidalguía asimiló la nueva frustración. En definitiva fue una magnífica fiesta deportiva vista en toda América.

El planteo táctico de Juan Saitta una vez más funcionó a la perfección. Oscar Romero como volante tapón, Jonathan Paoluccio y Leandro Coronel cubriendo los laterales y llegando a posiciones ofensivas cuando el equipo recuperaba la pelota, Juan Ortíz López referente en el área. El buen rendimiento inicial de Eduardo Mendoza y Sergio Piedrabuena en el medio dieron predominio a Liniers en los primeros minutos. A los 8 fue Paoluccio el que remató desviado frente al arco tras una gran combinación previa. El fondo de Atlas mostraba inestabilidad. Respondió el Marrón con Matías Alcaráz cerca de un poste. A los 25 llegó otra vez el celeste en una pelota detenida ejecutada por Mendoza que cabeceó Pardo y dio en el horizontal. Cumplida la media hora el Polaco Ortíz López, de gran trabajo en toda la tarde, fue derribado por Sánchez dentro del área y Allende de penal puso el tanto de apertura. Sin embargo, poco después, forcejearon Paiva y Gauna, el árbitro dudó en cobrar la infracción del delantero o la mano siguiente del defensor, que fue dentro del área. Su decisión, discutible, fue cobrar penal. Torres se encargó de empatar el partido. El gol entonó al local que sobre la hora pudo desnivelar a través de Alcaráz, en jugada donde estuvo desatento el fondo celeste.

Salió mejor Atlas en el complemento, Alcaráz remató cerca de un poste. El local predominaba en el medio, pero Coronel comenzó a aparecer con su fuerza y habilidad. En un par de llegadas sin consecuencias anunciaba lo que luego ocurriría. Romero, jugó al límite por su desgarro y cuando se cumplían 11 minutos dijo basta. Ingresó Cachi López para reforzar el sector central. Atlas se acercó con peligro. Apareció una vez más Héctor Cabrera, con alguna atajada imposible. Pero inmediatamente Juan Saitta sacó el as de espadas que tenía debajo de la manga: Braian Cáceres. El volante terminó jugando el partido de su vida y terminó siendo el factor decisivo en la definición. Su primera aparición fue un taco para ganar confianza. En la segunda pelota que tocó dio un pase propio de su talento a Coronel que definió con categoría ante la salida del arquero para convertir el segundo gol. Atlas desesperado agotó los cambios y se jugó por el empate. Se desprotegió atrás, y en una contra el Polaco Ortíz López fue derribado cerca del área. Cáceres tomó el tiro libre y la clavó junto al palo izquierdo, inalcanzable para el nervioso Marcos Fernández. No obstante, al minuto una desatención defensiva celeste y entre Severino y Gauna posibilitaron que Atlas marcase el segundo y le diese al desenlace gran dramátismo. Faltaban 10 minutos más los descuentos. El partido ganó en emoción. Atlas ciega y desordenadamente en busca del empate y Liniers resistiendo a pie firme los embates con un Pardo insuperable. Hasta que en el último minuto de descuento llegó la jugada más polémica cuando Malizia fue derribado por Paiva dentro del área a escasos metros del juez que no sancionó la infracción. Tal vez pesó en su conciencia el discutible penal que cobró a favor del Marrón. Instantes después el pitazo final liberó el grito contenido en los muchos hinchas que se hicieron presentes.

Más allá de las polémicas, Liniers fue un indiscutible ganador y se llevó como premio el ascenso, que por lo hecho a lo largo de la temporada no merece objeciones.

Liniers vuelve a la C. Llevó el paraíso a toda América. Extasis total.

Víctor Marinelli