Liniers volvió a salir airoso de local, terminando con el consuelo de ser el equipo de mejor rendimiento en esa condición. Sólo tuvo el traspié frente a Claypole, que casualmente coincidió con el único triunfo tambero en la segunda rueda. En cambio el celeste de visitante dejó muchos puntos. En definitiva, la historia ya está escrita: faltó regularidad en la segunda mitad del torneo, se perdió la consistencia y ahora hay que apuntarle al Reducido.
Nervios en el comienzo del partido. El hecho de jugar pensando en lo que ocurría en otras canchas influyó en la precisión que trató de imponer Liniers para progresar en el campo de juego. Paraguayo más concentrado aprovechó, primero fue Coselli el que estuvo cerca y a los 28 tras un tiro libre Bravo de cabeza abrió el marcador. El gol fue el detonante para la inmediata reacción local. Bouzas con el arco a su disposición cabeceó por arriba y una nueva llegada del volante exigió el máximo esfuerzo del arquero Iuspa para desviar al córner. Kloss ingresó al final de la etapa por Cachi López golpeado en un tobillo.
El complemento deparó las mayores alegrías. Ráfaga de goles en el arranque. A los 4 impecable tiro libre de Eduardo Mendoza junto al palo izquierdo consiguiendo el empate. En la llegada siguiente, envío libre de Mendoza y cabezazo de Kloss para debutar en la red. No se acalló el festejo y zurdazo de Alfonso junto a un palo y nuevo empate. Liniers necesitado del triunfo empujó en la segunda mitad. Sin muchas ideas, pero con el coraje necesario fue acorralando a Paraguayo. Gravitante ingreso de Bonahora, que volvió casi deja su sello en un lejano tiro libre que el arquero levantó sobre el horizontal. También fue importante el trabajo de Mendoza y Romero en el medio. El equipo guaraní trató de replicar de contra. Tuvo un par de chances, una de ellas evitada por Cabrera. Pero la presión celeste se hizo insostenible. Faltando 5 apareció Brian Ferreira, que recién había ingresado, y definió cruzado al palo izquierdo. Parecía cerrado el partido, pero en el descuento el palo evitó el empate de Aranda. El desahogo y el festejo llegó con el pitazo final.Ya se conocían las noticias de las otras canchas, pero no importó.
Un triunfo difícil, frente a un rival muy complicado. Los cambios fueron decisivos. El partido fue un calco de muchos de la segunda rueda, donde en desventaja por desconcentración propia el equipo debió remar de atrás y apelar al amor propio para revertir la historia.
Ahora arranca un nuevo torneo por el otro ascenso. El Porvenir será el rival para aspirar a la final. Vuelven jugadores titulares ausentes por lesiones y suspensiones. Con todo el potencial a disposición, Liniers buscará tomarse revancha en el Reducido.
Víctor Marinelli
No hay comentarios:
Publicar un comentario