DE GALERA Y BASTON AL COMIENZO, AJUSTADO AL FINAL

Liniers superó un duro escollo en su camino hacia el título. Central Ballester fue un rival que nunca se entregó y a pesar de verse superado en el trámite tuvo chances claras para igualar. La Topadora fue más, especialmente en el primer tiempo, pero no lo pudo liquidar en el segundo y terminó mirando el reloj.

Liniers en el primer tiempo sacó la chapa de puntero. Se plantó de entrada en campo adversario y con un juego que por momentos alcanzó un nivel superlativo, dominó con claridad a Ballester que terminó reducido a la mínima expresión. Eduardo Mendoza fue el jugador que tácticamente marcó diferencias junto a Braian Cáceres, al tiempo que Cachi López y el Negro Romero establecieron un bloque en el medio imposible para el local. Paoluccio con soberbia definición por arriba del arquero marcó el gol a los 13 minutos, pero antes ya Mendoza y Allende habían avisado. Luego López volvió a tener otra chance que remató sobre el horizontal y Paoluccio no estuvo fino mano a mano con el arquero, tras gran jugada personal de Cáceres. El Canalla con muchos errores, se quedó en las intenciones, porque nunca pudo tener fluidez en su juego, y únicamente tuvo en Pastrana a su jugador influyente. Precisamente sobre el final de la etapa, en su única llegada, el delantero cabeceó en el área y Quaranta muy atento se anticipó a Antúnez.

Apenas iniciado el complemento desbordó Pastrana por derecha y Maciel por el segundo palo se perdió el empate con el arco libre. Fue un llamado de atención para Liniers, que si bien no repitió el gran trabajo del primer tiempo tuvo espacios y dos chances inmejorables en los pies de Cáceres para liquidar el partido. En la primera al recibir un rebote de Castrogiovanni por tiro de Paoluccio, que increíblemente salvó sobre la línea Lucero. En la siguiente fue Durán el que evitó el gol ante un remate displicente del volante celeste con todo el arco a su disposición. Aunque los sustos no cesaron en el arco de Quaranta, ya que en la mitad del complemento fue Dorrego el que increíblemente se perdió el empate entrando por izquierda y con Quaranta casi vencido. Liniers ganó presencia en el medio con el ingreso de Moyental, y Ballester a pesar de no rendirse nunca, y poner mucha voluntad en la cancha, únicamente fue preocupante a través de Pastrana. Sin sufrir sobresaltos, pero mirando el reloj insistentemente, Liniers terminó manejando los últimos minutos, pero pegado al reloj. Para tener en cuenta el muy interesante el debut de Ezequiel Cepeda, que demostró en los pocos minutos que actuó que sabe mucho con la pelota en los pies y el gran segundo tiempo de Cachi López, que sobre la hora se perdió el segundo al rematar apenas alto.

Destacable nivel alcanzado en el primer tiempo, jugando en toda la cancha, por momentos a un toque y con la mirada puesta en el arco de enfrente, con valores que rayaron a gran altura como Cachi López, Eduardo Mendoza, Oscar Romero y Sebastián Allende, más la seguridad que siempre transmite Nicolás Quaranta.

Ganar de visitante era una cuenta pendiente, y Ballester hizo sentir bien esa condición con buen número de simpatizantes. Pero el equipo impuso condiciones de entrada y se hizo acreedor a un triunfo importantísimo para mantener el liderazgo.

Víctor Marinelli