Cuando parecía que se venía la noche al quedar con un
jugador menos, Liniers con mucho amor propio y temperamento se sobrepuso a la
adversidad y con un golazo de Braian Cáceres comenzó a cimentar un triunfo
importantísimo que le devuelve la punta en soledad.
El viento fue factor determinante en el período inicial
que Alem no pudo aprovechar tenerlo a favor. El partido fue muy deslucido, casi
sin llegadas claras. La visita salió con un esquema de marcas pegajosas,
especialmente sobre los delanteros celestes, y de juego friccionado. Cuando
tuvo la pelota muy poco fue lo que pudo crear. Liniers a pesar de los esfuerzos
de Juan López y de Oscar Romero en el medio, tampoco podía generar juego en el
medio. Contó con varias pelotas detenidas, con buenos envíos de Rodrigo
Bonahora, pero sin mayores consecuencias. Braian Cáceres sufría la marca fuerte
de Nicolás Randazzo.
La expulsión de Eduardo Mendoza apenas comenzado el
complemento indicaba que podía cambiar el rumbo, pero nada de eso ocurrió. Muy
por el contrario, fue Liniers el que parecía tener un hombre de más, porque salió
a relucir la personalidad de un equipo que se agranda en las difíciles. Oscar
Romero fue la gran figura, cortando y apoyando. Junto a él Matías Cantero
comenzó a tener la pelota y Braian Cáceres con su habilidad desequilibraba en
tres cuartos. Todo el equipo se puso el overol y creció. Nadie dio una pelota
por perdida, jugadores que parecían apagados se iluminaron y dieron lo mejor de
sí. Alem nunca pudo salir de su rol de partenaire, y apeló a cuanto recurso
tuviese para cortar la continuidad del juego. Liniers intentaba, llegaban Paiva
y Pardo por arriba, llovían las pelotas de Cantero, pero el partido no se
abría. Hasta que llegó sobre los 22 una pelota aérea que Juan Ortíz López le
bajó a Braian Cáceres que con estupendo zurdazo hizo estéril el vuelo de
Claudio Paz. Entró por el ángulo superior izquierdo. Golazo. A partir de allí el Lechero trató de
adelantarse pero sin ideas. Liniers bien parado atrás no soportó sofocones,
como en ningún momento del partido. Sobre la media hora Braian Cáceres sufrió
un violentísimo codazo en la boca, pero el árbitro (más preocupado en que nadie
hable), ni el primer línea vieron nada. Cáceres no pudo seguir e ingresó en su
reemplazo Federico Pattini, que rápidamente formó sociedad por derecha con
Sergio Piedrabuena, y ambos abrieron un surco interesante por el sector.
Mientras la visita, impotente, se preocupó más por pegar, Liniers manejó el
trámite con oficio y consiguió el segundo tanto por intermedio de Ortíz López,
luego de un error del arquero Paz ante un remate de Cantero.
Un triunfo que llega en el momento propicio para
reafirmar todo lo hecho hasta el momento. Villegas sigue siendo un fortín
inexpugnable.
Víctor Marinelli
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