Paraguayo resultó un rival durísimo para Liniers, que no
pudo desarrollar su juego habitual y debió conformarse con un empate que en el
balance resulta positivo en el resultado teniendo en cuenta el trámite por
momentos desfavorable.
El primer tiempo no tuvo mayores atractivos. Paraguayo
con un gran despliegue cortó los circuitos en el medio merced al gran trabajo
de Claudio Saieva, dominó más e intentó por el sector derecho y tuvo dos
chances claras, la primera a través de Alfonso que evitó Allende cerrando cerca
de la línea de fondo y en la segunda, sobre el final, en una aparición de
Ybarra que derivó en una gran intervención de Nicolás Quaranta. Lo de Liniers
quedó en intenciones, porque no tuvo conexión del medio hacia adelante. Tan
sólo esfuerzos individuales de Cachi López, Braian Cáceres o del Polaco Ortíz
López. Paraguayo sólido atrás y achicando espacios en el medio, prácticamente
no soportó situaciones de peligro, tan sólo un remate de media distancia de
Oscar Romero, que cumplió su partido 400.
En el período final Liniers tomó la iniciativa, intentó más,
pero no tuvo ideas y fue muy bien controlado por Paraguayo, que no dio ventajas
de ningún tipo, e intentó salir de contra. A los 16, en una de ellas, un remate
de Alfonso dio en el palo derecho de Quaranta. La Topadora intentó cambiar en
el medio, Cachi López con un remate de media distancia, Piedrabuena en otra
llegada por izquierda, fueron las únicas aproximaciones. Braian Cáceres y el
Polaco Ortíz López fueron bien controlados, al margen del excesivo juego fuerte
de sus marcadores. Pasada la media hora, nuevamente Quaranta estuvo muy atento
sobre su palo izquierdo ante una llegada de Alfonso, en otra chance del local.
En el tercer minuto de descuento gran acierto de Juan Battaglia, a instancias
del primer línea, anulando un gol por fuera de juego a Ybarra, cuando se
detenían muchos corazones por Villegas.
Un partido muy peleado, en donde Paraguayo hizo su juego
y estuvo cerca de ganar el partido. Liniers por mérito de su rival y falta de
inspiración de varios de sus jugadores, no pudo imponer condiciones y debió mirar
con buenos ojos el empate final.
Liniers últimamente no ha tenido la frescura del
comienzo. Tal vez el no haber podido reemplazar a Luis Stansiola pueda ser una
de las razones. Los
rivales lo enfrentan con un plus especial y en muchos casos han complicado más
de lo previsto, apareciendo el oficio como arma para salir airoso. El equipo es sólido del medio hacia atrás, nunca le han podido dar vuelta un resultado, pero a veces le faltan ideas y variantes en materia ofensiva para desequilibrar.
Viene un mes de julio que puede ser decisivo en el desenlace
del campeonato. Liniers será exigido por sus tres escoltas (Sportivo Barracas,
Atlas y El Porvenir) y deberá revalidar todo lo bueno desarrollado en esta
primera rueda que le ha permitido ganarla con un porcentaje cercano al 75% de
los puntos en juego.
Víctor Marinelli
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