Liniers se despidió de la Copa Argentina por penales luego de igualar con Comunicaciones. A pesar de la amargura por la definición, el balance es altamente positivo. Superó dentro de los 90 a dos equipos de la C y en Agronomía fue más que Comunicaciones, de dos categorías arriba. Los nervios jugaron una mala pasada en los momentos decisivos.
El local quiso imponer condiciones de entrada y tuvo aproximaciones a través de Vacaría y en un tiro libre de Vatter. Pero luego de unos minutos de adaptación a un campo de juego más amplio que lo habitual, Liniers a través del notable desempeño de Braian Cáceres (Strelau se las vio en figurillas para pararlo), bien acompañado por Luis Stansiola, marcaron diferencias y la pelota comenzó a circular por el campo cartero. Un equipo corto, que no dio ventajas atrás, con Matías Pardo como principal referencia de área y un medio campo gravitante.
La jugada más peligrosa ocurrió a los 40: tiro libre de Stansiola, conectó Paiva por el segundo palo, la pelota paralela al arco fue cabeceada hacia el medio por Allende por el otro sector y Coronel con todo el arco a su disposición empalmó de cabeza por arriba del horizontal. Fue la jugada del partido. Luego Héctor Cabrera, gran figura del celeste, sacó por arriba un nuevo tiro libre de Vatter.
La jugada más peligrosa ocurrió a los 40: tiro libre de Stansiola, conectó Paiva por el segundo palo, la pelota paralela al arco fue cabeceada hacia el medio por Allende por el otro sector y Coronel con todo el arco a su disposición empalmó de cabeza por arriba del horizontal. Fue la jugada del partido. Luego Héctor Cabrera, gran figura del celeste, sacó por arriba un nuevo tiro libre de Vatter.
En el segundo tiempo Liniers se plantó definitivamente en campo local. Tuvo el control de la pelota, Mendoza, Romero y Piedrabuena conformaron un sólido bloque en el medio y cerró las puntas a través de Coronel y Allende. La búsqueda del local, con buena parte de sus titulares en cancha, se consumía sin éxito. En su única llegada Castagno alargó a Pintos que por el sector izquierdo remató desviado. Braian Cáceres siguió desparramando talento, y a su influjo fue Liniers tuvo control de pelota y circulación.
Sin embargo, sorprendentemente comenzó a tener protagonismo el árbitro Jael Falcón Pérez, que no midió con la misma vara las acciones de uno y otro equipo. Su mayor desacierto fue no sancionar un claro penal sobre el final cometido por Strelau en perjuicio de Brian Zacaría, que luego se perdió el gol del triunfo mano a mano con el arquero rematando desviado.
El balance para Liniers es altamente positivo. Una actuación convincente, con sobrados argumentos para haber seguido en la copa. Una experiencia para aprovechar. Demuestra, que de seguir así, la mueca triste de hoy puede transformarse en sonrisa a futuro.
Víctor Marinelli
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