Primer tropiezo de La Topadora en el certamen. El nivel
del equipo estuvo lejos del alcanzado en los partidos anteriores. Enfrente tuvo
un rival que supo aprovechar sus momentos y con oficio se llevó un triunfo
exagerado, pero legítimo.
Durante la primer mitad del período inicial Liniers tuvo un juego rápido y desequilibrante, que nada hacía prever un desenlace negativo. Aún
con el tanto convertido de contragolpe por Jurchensen a los 15, el equipo tuvo
respuesta y Ortíz López a los 18 hizo extremar a Marcos Fernández, que en
notable reacción desvió al córner. Tras el mismo fue Cantero el que cabeceó
apenas alto, en la segunda chance clara generada. Pero Atlas con el oficio y
las mañas de varios de sus jugadores fue ensuciando el encuentro, llevándolo al
juego que más le convenía. Se fortaleció atrás con Vallejos y Lara que no
tuvieron empacho en revolear cada pelota que llegaba al área, y fue manejando
los tiempos en el medio con Gnocchi y Fuentes, que demostró vigente su
excelente pegada. A los 37 lo sufrió el Cabrera y poco después el arquero se
lució frente a un remate de Severino, en una de las pocas jugadas de alto nivel
hilvanadas por el local. El Celeste en cambio sufría el desgaste de Ortíz López, casi sin compañía.
Si Liniers pretendía reaccionar en el complemento, el
tercer gol marcado por Fuentes apenas comenzado, y luego de un grueso error
defensivo, terminó por perturbarlo definitivamente. Es que a pesar de dominar
abiertamente, no pudo quebrar a un Atlas que se cerró bien atrás, con marca y
presión. Los cambios no pudieron revertir la historia. De nada valieron los
esfuerzos de Romero y Piedrabuena, que intentaron de media distancia. Liniers cayó
en el juego que propuso su rival y terminó enmarañado en la confusión. No pudo
desarrollar su propio estilo. El mérito fue de Atlas.
Queda como saldo positivo que el equipo aún en la
adversidad intentó, aún equivocadamente, luchando hasta el final. Naufragó
contra la eficacia de un rival que llegó 4 veces y convirtió 3 goles. El
rendimiento de los cuatro ex Liniers (Marcos
Fernández, Lucas Vallejos, Román Gnocchi y sobremanera Silvio Fuentes) marcó la diferencia. Una vez más se cumplió: Liniers chocó contra la inexorable ley
del ex.
Víctor Marinelli
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