Liniers alcanzó un nuevo triunfo como visitante, esta vez frente a un voluntarioso Muñiz, ubicándose así en una posición expectante en su zona. No fue fácil, en su momento el local tuvo chances de empatar. Nicolás Horacio figura excluyente.
El Celeste impuso condiciones de entrada. A los 8 malogró un penal Cantero, desviado en buena forma por el arquero local. Las apariciones de Nicolás Horacio abrieron surcos en la defensa del Rayo Rojo. No extrañó que a los 22 en gran jugada individual el delantero limpiara a un defensor y abriera el marcador con remate suave sobre el palo derecho. Pasada la media hora otra vez Horacio tuvo la posibilidad de aumentar tras un tiro libre de Cantero, pero la pelota se fue a centímetros del palo izquierdo. Muy poco ofrecía Muñiz, que no podía enhebrar pases seguidos. En un partido apenas discreto, Liniers hacía pesar sus individualidades.
La historia fue otra en el segundo tiempo. Tres cambios en el vestuario y Muñiz salió a jugarse entero por el empate. Tuvo Bruni el gol en sus pies, luego de robarle la pelota a Cabrera, pero se demoró con el arco vacío y Pacio pudo rechazar al córner. Los apuros no cesaron, Cabrera desvió un remate de media distancia y la pelota acarició el travesaño, y luego un cabezazo de Chaparro se fue muy cerca del vertical derecho. Creció la figura de Machuca en defensa y Romero en el medio. Liniers apenas pudo responder con una buena combinación entre Cantero, Coronel y posterior cabezazo de Piedrabuena muy cerca de un poste. El ingreso de Braian Cáceres resultó decisivo. El hábil volante a poco de entrar asistió a Horacio, que en gran jugada personal dejó un hombre por el camino para conseguir el segundo tanto. Allí la historia se definió. Muñiz no tuvo armas para inquietar el arco rival al tiempo que Liniers reguló pensando más en el próximo partido. Con todo, y jugando de contra Olmedo pudo llegar sobre el final al tercero.
La Topadora no lució, pero le sobró paño para ganar el partido y acercarse a los puestos de avanzada. Nicolás Horacio, con altura de goleador, simplificó todo.
Víctor Marinelli
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