Liniers con gran rendimiento pasó por arriba a Centro Español y comienza a mirar la tabla de otra manera.
El partido comenzó con un suceso inesperado: Un fuerte rechazo de Meza cuando se jugaban 4 minutos dio en la cabeza de Salomé Diorio, árbitro del partido. Luego de ser atendida continuó dirigiendo, pero cuando se jugaban 10 minutos no pudo seguir y fue trasladada al Sanatorio Mitre. Fue reemplazada por el primer línea Pablo Velarde, ocupando su lugar la segunda asistente Bettina Cingari.
Arranque intenso, con un enjundioso Centro Español que probaba de media distancia, que se hacía peligroso por las apariciones de Brian Montenegro y Jonathan Paoluccio. Pero a poco que se fue afirmando, Liniers pasó a controlar el juego. Crecieron Matías Cantero junto a Coronel, y a partir de los 26 en que Lobótrico estrelló un remate de 35 metros en el travesaño y en el rebote se luciera Iván Moreno ante un remate de Nicolás Horacio, La Topadora marcó diferencias claras. La vulnerabilidad defensiva local se hacía palpable, Horacio reavivó la luz roja con un remate rasante, y poco después fue Coronel el que se enredó en el área chica solo frente al arquero. Pasada la media hora Paoluccio desbordó por derecha y su remate dio en la base del segundo palo. Fue la única acción de riesgo que tuvo a favor Centro Español en todo el partido. Casi sobre el cierre del primer tiempo un impecable centro de Coronel dejó a Nicolás Horacio en posición de convertir, pero una vez más se lució el arquero local. Superioridad celeste en la segunda mitad de la etapa, con claras chances para desnivelar frente a un rival que daba toda la sensación que se derrumbaría frente al primer gol en contra.
En el complemento Centro Español trató de quitarle ritmo al trámite, enredando el juego, llevándolo al terreno que más le convenía. Los minutos corrían y la impaciencia crecía en Liniers, que a pesar de ser superior no podía siquiera generar peligro en el arco rival. Pero por fin a los 18 se produjo una entrada por derecha, el centro al área y el remate de Nicolás Horacio, una vez más evitado por el arquero, pero tras el rebote, cayéndose, Matías Canteros consiguió casi sobre la línea abrir el marcador. Liniers liberó el grito contenido de tantos minutos sin convertir.
A partir del tanto de apertura el partido dio un vuelco fundamental. Liniers arremetió con voraz ambición en busca de definir la lucha. La impotencia rival se vio reflejada en el alevoso codazo dentro del área de Barbachián a Lobótrico, que debió salir del campo. Penal que Cantero se encargó de concretar. Centro Español con 10 hombres se desarticuló totalmente. El Celeste pareció soltarse y sacó a relucir su propuesta futbolística con ambición y estilo. Braian Cáceres, que había ingresado, comenzó a desparramar su magia; creció enormemente Piedrabuena en una función no habitual de lateral derecho, otro que ingresó, Dante Contreras junto a Nicolás Horacio se hacían incontrolables. La sensación de peligro era inminente frente al arco de Iván Moreno. Horacio se perdió un gol frente al arco, a los 37 gran asistencia de Cáceres para que Contreras marcara el tercero y sobre el final, con un Centro Español rendido, llegó el cuarto de Cáceres, que tocó con sutileza junto a un palo entre varias piernas. El árbitro Velarde se apiadó del local y dio por terminado el partido, sino la serie seguía.
Festival celeste. El repunte evidenciado en el complemento frente a Victoriano Arenas que no se pudo plasmar en la red, ahora sí se consolidó con toda eficacia. La presencia de Matías Cantero resulta insoslayable. Pero esta vez, ante algunas bajas en el primer equipo, debieron debutar Cristian López y Matías Centeno en el complemento, y estuvieron a la altura. Defensivamente otra vez el equipo fue consistente. Se lució Leandro Coronel, ratificando méritos ya demostrados, en doble función cubriendo todo el carril izquierdo, Sergio Piedrabuena de gran segundo tiempo, Braian Cáceres con jugadas de su sello inconfundible y Nicolás Horacio tremendo, rápido, profundo, al que no se le viene dando el gol, pero obliga siempre. Actuación redonda del Celeste casi sin puntos bajos, que viene a poner las cosas en su justo lugar para comenzar a mirar la tabla con otra idea, y por qué no, comenzar a soñar un poco ante los puntos que pierden los de arriba.
Quedaron atrás algunos nubarrones invernales, ahora todo apunta a un Celeste Primaveral.
Víctor Marinelli
