Un partido áspero e intenso, con casi una treintena de infracciones y ocho amonestados. Había mucho en juego, porque Liniers necesitaba acercarse a San Martín, y éste tratar de que no alejarse de la punta. El árbitro Sebastián Zunino terminó siendo el protagonista máximo del partido al ignorar dos claros penales a Nicolás Horacio que pudieron cambiar la historia.
Las características del primer tiempo fueron las de casi todo el partido. Dos defensas firmes que impidieron cualquier intento ofensivo rival. Pelota por el aire, espacios reducidos, cortes permanentes por las innumerables infracciones y un árbitro falto de autoridad que siempre dejó dudas junto a su primer línea Pablo Velárdez. En más de una ocasión el partido estuvo a punto de salirse de cauce. Brian Cáceres fue la única luz entre tanto trámite enmarañado. Apenas aproximaciones de Lobótrico o Nicolás Horacio que se fueron cerca de los palos, o alguna llegada de Quintana con débil definición a las manos de Cabrera sintetizan las escasas emociones del período inicial. El árbitro le perdonó la vida a Piedrabuena que estuvo al borde de la segunda amarilla.
En el complemento se vio lo mejor de Liniers, que se adelantó a pura decisión. Discenza trepando por derecha, Cáceres limpiando rivales, Lobótrico contagiando temperamento y Horacio luchando contra la firme zaga central visitante. San Martín tuvo criterio en el medio por el lado de Sica para manejar los tiempos, pero tampoco pudo generar ofensivamente a pesar de los cambios que intentó. Se pueden contabilizar mínimamente algún remate apenas desviado de Quintana, o una confusa llegada de Horacio que encontró seguridad en las manos de Scurnik. En el último cuarto de hora con el ingreso de Leandro Coronel Liniers ganó en dinámica y arreció en sus intentos por desnivelar, pero la búsqueda se consumió sin éxito. San Martín fue consistente atrás y tuvo una chance en los pies de Sergi que finalmente salvó Machuca casi sobre la línea. Cáceres se asoció a Coronel, que también tuvo su oportunidad en el descuento, pero remató alto.
Párrafo aparte para dos claros penales ignorados por Zunino (y cometidos ante los ojos del primer línea). Ambos en perjuicio de Nicolás Horacio: sobre la media hora del segundo tiempo (lo tomaron dentro del área cuando quedaba mano a mano con el arquero) y el otro en tiempo de descuento, cuando fue trabado antirreglamentariamente.
Queda en el balance celeste como puntos positivo la seguridad defensiva, ahora con la aparición de Brian Machuca en su posición de marcador central y el debut absoluto de Matías Pardo, que ingresó por Lucas D’Alegre que sufrió un desgarro en su izquiotibial izquierdo. Pero queda nuevamente en el debe el corto vuelo en función atacante, que tal vez pueda comenzar a solucionase con Matías Canteros (ex goleador de Paraguayo), que debutará en el próximo partido.
Liniers debió conformarse con el cero y quedó masticando bronca por la pobre actuación del árbitro Sebastián Zunino.
Víctor Marinelli
No hay comentarios:
Publicar un comentario