Pálido empate entre Liniers y Luján. La dignidad del
Celeste, la necesidad de la visita y una división de puntos que se ajustó a la
realidad.
El primer tiempo fue muy discreto. Liniers fue siempre el
que tuvo mejores intenciones, tratando de llegar con pelota dominada y por
abajo. Cuando nada lo hacía prever, porque no había situaciones de riesgo, Joe
Díaz desde 40 metros sorprendió con un tiro libre a Roncoroni y convirtió el
primer gol, y además el primero desde que juega en La Topadora. No hubo
reacción en la visita, necesitado de puntos, limitándose a lanzar pelotazos.
En el complemento, Luján con las noticias que llegaban
desde Ituzaingó, salió en busca del empate, pero carente totalmente de ideas y
volumen de juego. Sin embargo, también a través de un tiro libre de Máximo
Rodríguez logró la igualdad ante un Jonatan Villa sin respuesta. Se animó más
aún la visita y en base a centros buscó desnivelar, mientras que Liniers,
plantado de contragolpe, tuvo la gran chance de liquidar el partido en los pies
de Nicolás Horacio, pero Roncoroni muy atento evitó la conquista. En los
minutos finales fue Luján el que estuvo más cerca, y tuvo su gran chance sobre
el final cuando D’Alegre sobre la línea evitó la conquista.
Liniers va culminando así el torneo, quedándole por jugar
el clásico zonal frente a Laferrere. Nuevamente quedó la imagen de dos equipos
distintos. Uno cuando ataca y otro cuando defiende. En este déficit radicó una
de las razones por las cuales se perdieron muchos puntos.
Víctor Marinelli
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