Una vez más en los minutos finales Liniers resignó puntos
importantes. Esta vez frente a Deportivo Español, al que tenía controlado. Un
error defensivo lo dejó con las manos vacías.
Paridad en el primer tiempo, con Liniers siendo el más
profundo. Nicolás Horacio en un par de ocasiones y Sebastián Allende
inquietaron al comienzo. Español, que abusó del centro sobre el área de un
seguro Jonatan Villa, recién a los 23 minutos tuvo su primer acercamiento serio.
Cuando se jugaban 34 minutos Horacio, el goleador celeste, corajeó en el área y
definió por entre las piernas de Cabral para abrir el marcador. Inmediatamente
el arquero local se lució en un mano a mano con Cuevas en lo que pudo ser el
segundo tanto. Cuando el final del período parecía sellado, llegó un centro de
Semería sobre el área, la pelota dio en la mano de Brian Pacio y el árbitro
Benítez interpretó que era penal. El arquero Cabral convirtió el empate.
En el complemento, luego de un inicio otra vez parejo, la
intranquilidad comenzó a apoderarse de Español que arriesgó más. Sin embargo
encontró a Liniers bien parado, apostando a la contra con la peligrosidad de
Nicolás Horacio, una pesadilla para la dubitativa defensa local. Sobre los 22 pudo llegar
el desnivel en la cabeza de Horacio, pero la pelota se fue apenas arriba. Pero
en la segunda mitad del período arreció el dominio local, que buscó llevarse
por delante a su rival, y tuvo opciones en los pies de Romero, Martínez y
Chiquilito. Liniers aguantó a pie firme, siempre con la idea de responder de
contra. Cerca del final un error defensivo derivó en la asistencia de Lobos a Franco Romero que convirtió. Los
últimos minutos fueron de ida y vuelta. El palo devolvió un tiro de Frangipane, en la réplica Alexis Nowak se perdió el empate rematando cerca del travesaño y luego fue Villa el que evitó el tanto. Rondó el empate en un
arco y el tercer gol en el otro.
El equipo celeste estuvo a la altura de las
circunstancias y complicó demasiado a uno de los máximos candidatos al
ascenso. Pero no alcanzó, y la preocupación es manifiesta. Las fechas corren,
los tiempos se acortan y se achica el margen de error.
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