En la dura lucha por agrandar el promedio nada debe despreciarse. Ni un empate de local, como en esta ocasión, frente a San Telmo.
El primer tiempo fue intenso, por momentos bien jugado (el estado del campo ayudaba mucho) y con emoción en los arcos. Nicolás Horacio avisó apenas comenzó el partido y en la réplica el que estuvo atento fue Jonatan Villa, que llegó antes que Velasco que se aprestaba a convertir. Fue importante la movilidad de Lobótrico, el despliegue multifunción de Romero, la seguridad de Allende, las proyecciones de Pattini y por sobretodo el ir constante de Nicolás Horacio que enloqueció al fondo visitante. Sin embargo en una indecisión defensiva fue aprovechada por Roa Jiménez para abrir el marcador. Por unos minutos pareció sentir Liniers el contraste inesperado, pero rápidamente se recompuso: Desborde de Pattini, centro al medio del área, aparición de Nicolás Horacio, remate rasante, de derecha, a la red. La paridad se mantuvo hasta el cierre de la etapa.
San Telmo controló el juego en los primeros minutos del complemento, aunque sin arrimar demasiado riesgo, tan sólo un cabezazo de Vila bien controlado por el arquero celeste. Pero la jugada que pudo cambiar el rumo del encuentro la produjo Lobótrico con un largo remate desde el sector izquierdo que dio en el travesaño. Pattini en el rebote pudo convertir, pero el cuerpo de Caprarullo evitó el tanto. El partido fue perdiendo atracción con el correr de los minutos. San Telmo tuvo más el balón, y con los cambios ganó en agresividad. Igualmente sólo generó un par de acercamientos poco comprometidos para el arco de Villa. El técnico Farías hizo números, recordó tantos puntos perdidos en los últimos minutos, y con los cambios introducidos dejó en claro que el empate no era mal negocio.
Hay un largo camino por transitar, en el que por momentos se hace necesario no perder. A veces se puede pecar de conservador, pero cuando un partido está cerrado, sumar de a uno también es valioso y más cuando enfrente hay un rival con pretensiones. Querer llevarse los tres puntos puede significar quedarse con las manos vacías.
Para el partido frente al puntero Midland se espera el debut de José Luis “Joe” Díaz, más la vuelta de Ernesto Banegas y también la aparición de David Rizzo.
El objetivo es amalgamar la frescura de los pibes del club con la sapiencia de los más experimentados, luchando todos para que Liniers mantenga la categoría. En este primer examen sumar fue importante.
Víctor Marinelli
No hay comentarios:
Publicar un comentario