En la reanudación del campeonato, el “Celeste” y el “Candombero” brindaron un lindo espectáculo que finalizó igualado en un tanto. Haciendo un resumen del partido podemos afirmar que el reparto de unidades es consecuente con lo desarrollado en el campo de juego por ambos equipos. Liniers arrancó muy bien, con mucha movilidad y buen traslado, pero después la determinación que había manifestado en buena parte del cotejo amainó, y le dejó el protagonismo a San Telmo. También es oportuno señalar la buena predisposición que tuvieron los jugadores para con el juego en sí. Ya que, en un terreno bastante blando debido a la lluvia caída en los últimos días, todo hacía presumir que el desarrollo del encuentro iba a estar signado por las infracciones. Y, verdaderamente, los protagonistas colaboraron con el espectáculo intentando jugar la pelota a ras del piso. Las primeras aproximaciones no tardaron en llegar. Primero Adrián Lobótrico hizo extremar a Leandro Evangelisti, que rechazó el remate del delantero, y luego Osvaldo Vila envió el balón al tiro de esquina. Enseguida la visita respondió con un pelotazo en profundidad para Oscar Velasco, que no llegó a conectar debido a la rápida salida de Jonatan Villa que despejó el balón con el pie.
Pintaba lindo el partido. De ida y vuelta. Liniers, muy concentrado. Imprimiendo velocidad en el traslado. Ante un rival que sabe lo que quiere y cómo lo quiere: quiere ganar jugando. De repente, Juan Carlos Zuleta puso la cuarta y llegó hasta al área penal. Allí la jugada se ensució por algunos rebotes y Jorge Roa Giménez sacó provecho de la misma girando y rematando hacia al arco. Los de la “Isla Maciel” abrieron el marcador y pudieron haber aumentado un minuto después con un recio disparo de Velasco que Villa consiguió mandar al corner. Pero la “Topadora” no se quedó en amagues y volvió a acercarse a la valla defendida por Evangelisti. A los treinta y un minutos, un centro desde la derecha al punto penal fue conectado por Nicolás Horacio, pero el esférico rozó en la pierna de un defensor y se fue al tiro de esquina. Y tres minutos más tarde el “Celeste” alcanzó la igualdad: Federico Pattini organizó la partida en ataque por la derecha. Llegó hasta el fondo y envió el centro atrás para la arremetida de Nicolás Horacio que, al rematar con la cara interna del botín diestro, bien esquinado, colocó el balón junto al palo más lejano del arquero.
Enseguida, sin esperar que la visita reaccione, Liniers sorprendió con un certero disparo de Alejandro Cuevas que el arquero Evangelisti contuvo muy bien abajo.
Se acercaba el final. En los últimos minutos de la etapa inicial no hubo llegadas a fondo. Ni de uno ni de otro. De todos modos, ya habían hecho bastante. Por tratarse del primer partido luego de las duras pretemporadas, ambos conjuntos alcanzaron un rendimiento aprobado. En definitiva, resultó un primer tiempo entretenido.
En cambio, la etapa complementaria decayó en emociones. Aunque hubieron algunas acciones para destacar. A los tres minutos, tras un corner, Federico Bonassies ganó en las alturas, pero Villa controló sin problemas el cabezazo de pique al suelo. Diez minutos más tarde, en una gran acción personal, Adrián Lobótrico remató a colocar desde lejos y la pelota dio en el travesaño. En el rebote apareció Pattini, logró disparar, pero el balón pegó en un defensor y salió hasta el medio campo. Los veinticuatro minutos siguientes marcaron el bajón futbolístico más notorio del partido. También el de Liniers, que ya no tuvo ni movilidad, ni sorpresa. San Telmo encimó a Liniers en su terreno. No lo dejó salir. Llegó más, aunque sin sensación de gol. Le faltó profundidad. Pero controló el juego. Con eso le alcanzó para aproximarse al área a través de sendos remates -finalmente desacertados- de Zuleta y del ingresado Luis Peña. Pero no le alcanzó para conseguir los tres puntos. En tanto Liniers, que por intermedio de Sergio Piedrabuena probó las seguras manos de Evangelisti cerca del final, redondeó una actuación aceptable. Sin olvidarnos, claro está, de la calidad del adversario que enfrentó, y aunque aún no hayamos visto un estilo definido, el equipo volvió a mostrar una gran fuerza espiritual. No es poco. Eso le permite idealizar, esperanzarse. Liniers está vivo. Liniers va a dar batalla. La próxima será en Libertad.
Héctor Quatrida
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