La Topadora obtuvo un incuestionable triunfo frente a
Ituzaingó, basado en algunas individualidades que rayaron a gran altura, confirmando así su fuerte localía con 3 victorias al hilo.
El partido en el período inicial fue vertiginoso al
comienzo, pero con el correr de los minutos fue decayendo. Hubo un jugador que se fue transformando en protagonista casi
excluyente por su notable nivel: Hugo Palmerola. Fue el de tantas tardes inolvidable, veloz, desequilibrante, inmanejable para los defensores. De su mano
Liniers fue encontrándole la vuelta al partido. Apenas comenzado el encuentro
el delantero avisó con un remate cerca de un poste. La respuesta visitante no
se hizo esperar y fue Messina el que desvió el remate final junto al palo
izquierdo. La penetración de Palmerola, tanto por derecha como por izquierda,
fue desgastando a los defensores visitantes. La insistencia casi exclusiva de
Liniers buscando al delantero, a veces con pelotazos, tuvo su explicación en la
falta de fútbol que generó el medio, que dividió mucho la pelota. El partido
por momentos cayó en pronunciados baches. Sobre la media hora Cogrossi combinó
con Coassini y su remate hizo temblar el arco de Lescano muy cerca de un vertical.
Para el complemento intentó la visita con el ingreso de
Gnocchi tener más juego en el medio, juntándose con Aliendro, más algunos
cambios tácticos. Pero ya al minuto otra vez Palmerola con un cabezazo de cara
al arco hizo extremar al arquero. Liniers insistió en ofensiva y nuevamente
Palmerola asistió a Coassini dentro del área, que a su vez habilitó a Cano, que
implacable abrió el marcador. El partido comenzó a encarrilarse. Inmediatamente
Liniers casi marca el segundo otra vez por llegada de Palmerola. Un par de
cambios en la visita, y tercer dibujo táctico en el equipo, con el ingreso de Recchia, que complicó al fondo celeste. A los 23 tuvo la visita su
gran chance cuando un tiro libre de Gnocchi fue conectado de cabeza por el recién ingresado de cara al arco, desviando increíblemente el envío. Fue tal vez el único
descuido defensivo celeste, toda vez que el delantero apareció sin marca y con
todas las chances a favor para empatar. Arriesgó más la visita, a costa de
sufrir de contra, pero no tuvo claridad. Faltando 12 minutos, Palmerola recuperó una pelota en el medio encaró una vez
más por izquierda superando su marca y definiendo con maestría sobre la
cobertura de Lescano. Fue el segundo gol. Rizzo por las dudas llegaba por el
segundo palo para asegurar. Partido liquidado. Hasta el final con gran esfuerzo siguió buscando la visita el gol del honor, que finalmente no pudo conseguir, a
pesar de haberlo merecido.
Un triunfo con autoridad, que no dejó dudas. Sin tres
titulares indiscutidos como Ernesto Banegas, Doracio y Screpis, Liniers
demostró tener recambio. No llegó a alcanzar el nivel futbolístico pretendido,
porque le faltó genera más juego, pero desequilibró una vez más cuando puso la
pelota contra el piso. Mantuvo la solidez defensiva, llegó con los volantes por
afuera, y por momentos desenganchó a Cuevas, muy gravitante cuando se proyectó.
Tuvo además a la figura excluyente del partido, Hugo Palmerola, que apareció en
toda su dimensión. Una actuación memorable del delantero que enloqueció a
toda la defensa verde. Así Liniers sumó tres puntos importantísimos si miramos
la tabla de promedios. Pero también tres puntos muy significativos si nos
animamos a levantar la vista hacia lo alto de la tabla.
Víctor Marinelli
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