Por un momento parecía revivirse una historia conocida. Estar abajo en el marcador por un error propio. Sin embargo, esta vez, Liniers, sin el apuro de otras tardes, con fútbol y temperamento, dio vuelta la historia y se quedó inobjetablemente con los puntos en juego.
La Topadora de entrada se puso la pilcha de protagonista. Dominó y generó la primer situación en un cabezazo de Coassini apenas desviado. En el cuarto de hora un centro Cáceres, tardía salida de Monllor y Alvarez de cabeza marcó el tanto de apertura. Acto seguido, se perdió el segundo la visita, otra vez en un centro sobre el área que esta vez encontró magnífica respuesta del arquero ante un remate del peligroso Alvarez.
Cuando parecía venirse la noche, Liniers fue reacomodándose. Creció Ernesto Banegas por el medio, Cuevas fue vertical por su sector, Palmerola y Cano cada vez más influyentes, apoyados por Doracio que se movía por todo el frente. Cerca de la media hora casi llega el empate, cuando en jugada preparada Ernesto Banegas combinó con Palmerola y éste cedió a Doracio, cuyo remate se estrelló en el travesaño. A los 37 otra vez participó Doracio dentro del área, habilitó a Palmerola, se produjo un rebote y con la frialdad de un goleador de raza Gustavo Cano convirtió el empate. Luego trató de acercarse Urquiza con un remate de media distancia de Marcelino Prol que Monllor resolvió en gran forma.
En el complemento se vio lo mejor de Liniers y en los primeros 20 minutos justificó plenamente el triunfo. Las pelotas detenidas comenzaron a intranquilizar al rival. A los 5 magistral intervención del arquero Córdoba ante un cabezazo de Coassini por córner de Ernesto Banegas. Un rato después, otro tiro de esquina de Banegas y aparición nuevemente de Coassini con remate apenas desviado. Urquiza se vio desbordado. Intentó cambios que no prosperaron. A los 18, desde un lateral, Cuevas puso la pelota en el área, rechazó un defensor y Palmerola la empalmó de lleno para convertir el segundo tanto. Tras cartón otra vez el goleador recibiendo de Doracio estuvo cerca de ampliar.
Por momentos se vislumbraba el tercer gol, pero en los minutos finales, Urquiza quemó las naves, y le dio dramatismo al desenlace. Pero esta vez Liniers se mantuvo firme atrás, con Bordón como bastión insuperable y pudo manejar el trámite sin perder de vista el arco rival. Apenas tuvo un sofocón sobre el epílogo cuando Monllor logró desviar un remate de Lezcano, y hubo, como en otras tardes, que mirar el reloj para festejar.
Ganó Liniers, que es muy importante. Con méritos propios, pero sin sobrarle nada. Por momentos funcionó adecuadamente, en especial cuando pudo poner la pelota contra el piso y marcar claras diferencias. Actuaciones individuales de importancia: Ernesto Banegas, Bordón, Cuevas, Coassini, Romero, Palmerola, Doracio. Todavía deberá trabajar más en las desatenciones defensivas y en la generación de juego.
Y cuando faltó fútbol sobró rebeldía para revertir la adversidad.
Víctor Marinelli
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