Esta vez hay que empezar por el final. Por los
abrazos. Por los festejos. Por esa algarabía que comenzó en el abrazo de todos
los jugadores cuando el árbitro del partido anunció el final del mismo. Alegría
que se extendió al cuerpo técnico y los dirigentes que en poco tiempo lograron
conformar este gran plantel.
Que manera de festejar…! Y no es para menos. Liniers
consiguió un triunfo histórico en la Isla
Maciel ante San Telmo como nunca antes había sucedido. Fue 2
a 1 en una jornada espectacular. Sí, espectacular. Por más que se tratase de la
primera fecha.
El partido tuvo de todo. Emoción, dramatismo,
alternativas cambiantes, sofocones de ambos lados, jugadas polémicas, goles…En
definitiva, San Telmo y Liniers le ofrendaron a la gente un encuentro vibrante.
Quizás no resultó de un exquisito nivel técnico. Como esperan y desean los
viejos simpatizantes acostumbrados al paladar negro. Pero, en algunos pasajes,
fue un ida y vuelta constante.
El Liniers de los primeros minutos - los diez, quizás
quince minutos del principio- se pareció al que el público quiere ver. Buscó,
entró y salió, recuperó, tocó, avanzó. Una triple pared de Ernesto Banegas y
Marcos Doracio terminó con un remate de Juan Coassini que salió a un metro de
uno de los postes. En fin, desde el comienzo se notó que el “Celeste” no fue de
excursión a la famosa Isla Maciel. No optó por los conocidos planteos amarretes
que terminan con un equipo agrupando gente atrás y resignados al sometimiento.
No obstante, el conjunto “Candombero” fue equilibrando las acciones, y
paulatinamente forzando varios tiros de esquina. Aunque todavía no habían
inquietado la valla defendida por Mariano Monllor, de a poco iban merodeando el
área adversaria. Y a los trenita y dos minutos llegó la apertura del marcador:
Un pelotazo al área que aguantó bien Martín Avalos de espalda al arco, derivó
en la habilitación de Ricardo Segundo, que definió con un derechazo cruzado
logrando así el 1-0 parcial. El conjunto dirigido por Norberto D’Angelo no se
desesperó ni se echó atrás. Allí radicó su mérito. Siguió buscando. Y lo
encontró. Primero, tras un rechazo de la defensa local en un tiro libre de
Fernando Screpis, Alan Storni tomó el rebote y enseguida la “pinchó” para
Nicolás Rizzo. El delantero, forcejeando en el borde del área penal, le cedió
el balón a Marcos Doracio, que inmediatamente sacó un disparo contenido por el
arquero Leandro Evangelisti. En esta acción avisó. Y un minuto después concretó:
Una desafortunada acción de Juan Zuleta en la que se llevó el esférico por
delante (acierto del juez Hernán Mastrángelo que enmendó el error de su segundo
asistente, Leonel Basso, que había señalado la inequívoca posición adelantada),
permitió que Nicolás Rizzo cruzara el balón por todo el ancho del área
habilitando a Fernando Screpis, que definió con un suave toque de zurda. Uno a
uno y de vuelta a empezar. Un gol fundamental a sólo tres minutos del fin de la
etapa inicial.
En el complemento el vértigo continuó. El mediocampo
se pobló de volantes y delanteros. Pero nadie daba ventajas. Evangelisti y
Monllor agradecidos. Aunque sólo en el primer cuarto de hora, ya que instantes
más tarde se produjeron las jugadas profundas. A los diecisiete minutos Liniers
encontró el resquicio para desnivelar. Tras un tiro de esquina, Nicolás Rizzo
ganó en el primer palo y colocó el balón por encima de Evangelisti que nada
pudo hacer. Dos a uno y Liniers comenzaba a hacer historia en el estadio “Osvaldo
Baletto”. Pero a la “Topadora” no le iba
a resultar nada sencillo mantener la ventaja. Es que San Telmo salió decidido
en busca de la igualdad. Enseguida el entrenador Rodolfo Pereira mandó a la
cancha a Luis Peña Fernández (tuvo un buen desempeño) en reemplazo de Jorge Roa
Giménez. Y el “Candombero” se tomó confianza. Los volantes subieron. Más por
obligación que por vocación. Pero lo hicieron. Como para vender cara la
derrota. Sobre los veintiún minutos, Monllor se lució ante un tiro de media de
distancia que efectuó Ignacio Ruano; en el rebote el recientemente ingresado
Peña tocó para Ricardo Segundo que envió la pelota al fondo de la red. Pero el
segundo asistente marcó posición adelantada. Dicha jugada fue muy discutida por
los jugadores del elenco “Telmista”. Siete minutos más tarde el “Candombero”
contó con otra ocasión de peligro por intermedio de Ricardo Segundo, pero lo
trabaron justo cuando se aprestaba a definir. Luego, un centro al primer palo
se convirtió en una acción dificultosa que Monllor logró sacar al corner. Y,
por último, cuando quedaba un minuto para que se cumpla el tiempo
reglamentario, y ambos conjuntos jugaban con diez jugadores por las expulsiones
de José Banegas y Federico Bonassies, San Telmo buscó la igualdad en el
undécimo tiro de esquina, que todos miraron y nadie pudo tutearse con el balón.
Liniers terminó apretando los dientes. Pero se llevó
una importante victoria. Aunque algunos agoreros avizoraban un cómodo, y hasta
quizás lógico triunfo local, “La Topadora” no les dio el gusto. En una tarde de
vértigo, con coraje, Liniers logró un triunfo para empezar a creer.
Héctor Quatrida
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