Liniers terminó la temporada con un trapié frente a San Miguel, que de esta manera tendrá una chance más de permanecer en la categoría.
Contra cualquier suspicacia que podría plantearse, La Topadora encaró con total seriedad el partido y con la formación titular. Ninguno de los equipos regaló nada. San Miguel intentó llegar en los primeros minutos, pero rápidamente fue el Celeste el que marcó diferencias en función de un mejor manejo del balón por parte de su medio campo. Asconape se mostró incisivo por izquierda, y reiteradamente fue frenado con infracciones que el árbitro Bracco en su gran mayoría pasó por alto. A los 22 llegó la primer opción clara a través de Rizzo que elevó el remate final mano a mano con el arquero. Un cuarto de hora más tarde se lo perdió Asconape de cabeza cerca del poste derecho. Los nervios crecían en San Miguel, fundamentalmente por las noticias que llegaban desde las otras canchas. Un codazo de Paccor a Asconape dentro del área no fue sancionado. Una imagen más consistente dejaba Liniers, pero imprevistamente, sobre el final del período, el árbitro Bracco inventó una supuesta infracción de Lipo sobre Correa, posibilitando un tiro libre para el local cercano al área. Sanguinetti lo ejecutó con solvencia y Páez de cabeza consiguió superar el esfuerzo de Monllor para abrir el marcador.
En los primeros minutos del complemento San Miguel pudo liquidarlo. Bergés en un par de ocasiones y Correa tuvieron la chance, pero dos veces Monllor y en otra la espalda de Romero impidieron el tanto. Pasado el chubasco, la última media hora fue de un amplio dominio celeste. Bracco ignoró un claro penal a Asconape (sándwich de dos defensores). El local prefirió resistir y tan sólo pudo llegar una vez a través de Correa que encontró nuevamente muy seguro a Monllor. San Miguel se cerró con acierto, no cometió errores. Liniers, a pesar del dominio, no fue profundo y le faltaron ideas. Tuvo más movilidad con el ingreso de Villalba, que estuvo cerca de empatarlo, pero Grieger muy atento llegó antes en un centro de Cuevas. Los minutos finales se jugaron con gran dramatismo. Llovían los centros sobre el arco de Grieger y sus compañeros rechazaban lo más lejos posible. Exiguo adicional de Bracco de tan sólo 2 minutos y un final de desahogo para San Miguel que tendrá una vida más.
Culmina así una temporada Liniers con algunos altibajos en el desarrollo, pero aceptable en definitiva. Inicio con Luis González que no fue el mejor, algunos atisbos de recuperación en la primera rueda con Norberto D’Angelo, pero luego de la pretemporada un sprint increíble con goleadas y buen fútbol, que hizo pensar en poder llegar al Reducido. Cuando esa esperanza se diluyó, el equipo pareció sentirlo y no pudo sumar en el final del torneo, ni marcar goles.
Víctor Marinelli
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