De arranque sorprendió el local con la aparición de Macalik a los 2 minutos. Sin embargo no sintió el golpe Liniers, que se hizo dueño del trámite en función del buen trabajo de Cuevas por derecha, Prol por izquierda, la penetración de Asconape y los tiros de media distancia de Rizzo. No extrañó entonces que a los 12 igualara Asconape de cabeza por centro de Cuevas. Poco después Rizzo recibió de Benítez y con un soberbio remate de media distancia hizo temblar el travesaño de Arzamendia. Eran momentos para dar el golpe de nocaut. Pero Urquiza pasada la media hora a través de Jonathan Lezcano, influyente por derecha, contó con un par de situaciones. Sobre la hora Asconape exigió al arquero local con un remate cruzado.
El panorama no varió en el inicio del complemento cuando Arzamendia le tapó un estupendo remate a Rizzo. Liniers siguió monopolizando el esférico, pero a medida que corrieron los minutos se fue diluyendo en los últimos 20 metros. Urquiza, con gran esfuerzo y varios juveniles, agrupó gente atrás y jugó de contra. A los 23 tuvo su gran chance en un remate de Lezcano que dio en el poste. Faltando 10 minutos, tras un error defensivo, otra vez Macalik provocó el desnivel. Parecía que se venía la noche. Liniers jugado en ofensiva, se descuidó atrás. Allí creció enormemente el trabajo de Monllor, único responsable de que el local no convirtiera el tercero. Primero ante Macalik, y luego en antológica intervención mano a mano con Lencina. En la réplica una vez más apareció Asconape con un remate franco al arco, que dio en la mano de Mauro Lema cuando la pelota buscaba la red. El árbitro consideró intencional la infracción y Argüello desde los 12 pasos igualó.
Fue un partido emocionante, Urquiza fue un rival durísimo, que con mucho orgullo estuvo cerca de ganar el partido. Para Liniers el alivio llegó al final, y el invicto continúa.
Víctor Marinelli
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