Liniers quedó nuevamente con una mueca de amargura. Luego de un primer tiempo que no le fue favorable, hizo todo en el complemento para alcanzar el empate, pero terminó con las manos vacías. La actuación del arquero Albano Anconetani fue decisiva. Lamentablemente la de Juan Pafundi también. Sobre el final ignoró un penal para el Celeste que vio todo el estadio.
Laferrere apareció mejor parado en el período inicial, en un partido atractivo, correcto y muy interesante tácticamente. Bajo la conducción de la Vieja Moreno, tuvo mayor control del juego, a pesar que no contó con demasiadas chances de gol. El primer llamado de atención fue un remate de media distancia de Moreno cerca del travesaño. A los 19 Adrián “Api” Castro con un estupendo remate desde fuera del área abrió el marcador. La instancia se vio favorecida porque no encontró ninguna cobertura defensiva local. Buscó recomponerse Liniers, que llegaba hasta tres cuartos, pero se diluía en los últimos metros. Asconape volvió a ser el jugador más influyente, aunque desaprovechado por el sector derecho. A los 24 se produjo la más clara del local cuando combinaron Rizzo y Cuevas, que con violento remate conmovió el arco de Anconetani sobre su palo izquierdo. La visita se mostró eficiente en las pelotas detenidas: A los 30 luego de un córner y una gran atajada de Monllor, Cafferata perdió el segundo.
La historia cambió diametralmente en el complemento. Liniers obligado por las circunstancias se volcó de lleno en campo rival. Aparecieron en toda su dimensión Mauricio Prol y Asconape, ahora por izquierda, Rizzo preocupó por adentro y en el medio crecieron Romero y Cuevas. Laferrere prácticamente no pasó la mitad de cancha. No generó ninguna situación de gol en todo el período. Se limitó a resistir y tirarla lo más lejos posible. Della Picca desde el banco esforzó su voz por ordenar al equipo. Pero la imagen de Laferrere se destiñó totalmente. Liniers acumuló jugadas de gol, producidas en el último cuarto de hora, favorecidas por el tardío ingreso de Villalba. Cuevas desequilibró por derecha y su centro fue empalmado por Asconape apenas arriba del horizontal. Más tarde apareció Anconetani frente a un tiro libre de Mauricio Prol e inmediatamente otro desborde de Cuevas y llegó Villalba con remate que pasó a corta distancia de un poste. Sobre el final, ante el asedio de Liniers, creció la figura de Anconetani que desvió un soberbio cabezazo de Villalba y en el descuento, cuando ya Laferrere no aguantaba más, apareció en escena Juan Pafundi para ignorar un penal enorme de Ordano que ante un tiro de Ezequiel Argüello. El defensor visitante en actitud defensiva detuvo el balón con sus dos manos dentro del área. Era imposible cobrar el penal. Su intención a todas luces fue jugar la pelota con las dos manos. Pero Pafundi dijo “siga siga”. Tuvo la complicidad del primer línea Daniel Pabón, que respondió a las quejas de Norberto D’Angelo con un “si no lo cobró el árbitro…”. Encima Ordano debía ser expulsado al ya estar con una amarilla. Una locura. Nuevamente Liniers fue despojado en su propia cancha. Recordamos rápidamente los penales regalados a Midland y Sacachispas, y últimamente los no sancionados ante UAI Urquiza y ahora Laferrere.
Liniers recobró en el segundo tiempo su mejor cara a pesar de irse sin los puntos. Queda un partido más para volver a sumar y terminar un positivo desempeño a lo largo del campeonato.
Víctor Marinelli
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