Notable triunfo de Liniers. En un partido épico, de enorme intensidad, vertiginoso, emocionante hasta el final y por sobre todo bien jugado, La Topadora confirmó su estupendo momento y sigue mirando hacia arriba en la tabla.
Los primeros minutos tuvieron el predominio de Español. El equipo de Franzoni salió decidido en busca del arco rival con juego rápido y planteo agresivo, que por momentos sumó 3 delanteros. Es así que rápidamente Villalba y Carrizo contaron con sendas opciones que pasaron a corta distancia del arco de Monllor. Liniers pensó más. Buscó en el control de Mauricio Prol y las subidas de Stansiola sus posibilidades. Nicolás Rizzo no llegó a cabecear con certeza un envío del mencionado Prol. El partido se hizo de ida y vuelta, el medio casi no existió. Villalba probó de media distancia a Monllor y una gran jugada, Allende buscó la cabeza de Rizzo que nuevamente no pudo empalmar con éxito. Pero pasada la media hora Liniers tomó mejor las marcas, comenzó a prevalecer en el medio, crecieron Romero y Benítez, y el arco de Cabral comenzó a pasar zozobras. Es que el Celeste mostró su otra faceta, esa que aparece en los momentos complicados: la del temperamento. Español, que había mostrado sus credenciales, de a poco fue resignando protagonismo. La clave estaba en Asconape. Superando en el mano a mano a Lobos, el delantero comenzó a generar trastornos sobre el arco visitante. A los 36 envío de Cuevas (desequilibrante por su sector) y soberbio cabezazo de Marcelino Prol que rozó el horizontal. Luego apilada de Asconape por derecha y Cabral apareció atento para controlar. Sobre el final un remate de media distancia de Cuevas, posterior desvío en Arrúa y Cabral esta vez quedó desacomodado. Liniers en ventaja a los vestuarios.
En el primer cuarto de hora del complemento el Celeste pudo definir el encuentro. Tres jugadas de gol, con un protagonista exclusivo: Lucas Asconape, imparable toda la tarde: a los 3 minutos, entrando por izquierda dejó desairados a dos rivales para sacar un remate de alta definición que dio en el travesaño, picó en la línea, y cuando Cabral se miraba con sus defensores, apareció Cuevas para rematar entre varias piernas y controlar providencialmente el arquero. Pasaron 5 minutos y otra vez Asconape en acción, habilitando a Rizzo que eludió al arquero y cuando se aprestaba a convertir, apareció la pierna salvadora de un defensor. Las penurias no terminaron para Español. A los 14 otra vez el juvenil delantero apareció por izquierda, le robó la pelota al sorprendido Lobos, y encaró hacia Cabral, que estupendamente le tapó el remate. Inmediatamente llegó una cuarta situación: Córner de Mauricio Prol, entrada de Rizzo por el segundo palo y el arquero desvió angustiosamente al córner. Allende y Cuevas figuras rutilantes por su sector. La lluvia comenzó también a tener su protagonismo. El buen juego celeste, de pelota al piso, por momentos se vio dificultado. El pelotazo, que fue arma de Español, cobró mayor influencia. En la segunda mitad del período, el gallego jugó sus cartas en busca del empate. Monllor, correcto hasta el momento, cobró mayor significación por sus intervenciones. Primero ante un envío de Ingenthrón, y sobre todo en el epílogo ante un imponente remate de Berra que desvió por arriba del horizontal. Liniers debió resistir. Lipo y Marcelino Prol se hicieron gigantes. También Romero se multiplicó en el medio, complementándose adecuadamente con Benítez y hasta evitando un gol en un buscapié. Liniers tuvo una chance en los pies de Cuevas que se fue cerca de un poste y en la última Lobos remató de media distancia y el esférico rozó el poste izquierdo cuando se aclamaba el empate.
En definitiva fue un partidazo. El interés y la emoción no decayeron nunca. Hasta el árbitro Rodrigo Pafundi y los líneas colaboraron, con la única salvedad que Sardella y Maidana debieron ver la amarilla por fuertes entradas ante Lucas Asconape, figura descollante. Liniers lo ganó por el canto de una uña. Con lo justo, con los merecimientos necesarios. Con su fútbol cuando pudo jugarlo, con la garra y el temperamento cuando la mano venía cambiada. Español demostró ser un serio candidato para el Reducido. Así, el triunfo celeste se potenció mucho más.
Con 11 fechas invicto, con triunfos ante los más empinados, Liniers es una maravilla. Ganó y sigue soñando con algo más grande.
Víctor Marinelli
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