Con el propósito de sumar unidades para acrecentar el promedio, Liniers volvió de Zárate con un punto en el bolsillo merced a la igualdad en un tanto que consiguió ante el encumbrado Defensores Unidos.
La disposición de ambos conjuntos quedó puesta de manifiesto en el arranque del partido. Por un lado, el elenco local decidió abalanzarse en el campo adversario, aunque ese ímpetu con el que se mostró no le otorgó demasiados desenlaces beneficiosos. En tanto, el “Celeste” de Villegas no se amilanó ante la supremacía de jugadores rivales en su campo y resistió esos embates con mucho ahínco.
En la etapa inicial no se armaron jugadas ingeniosas. Hubo mucha fricción, mucha lucha en todos los sectores de la cancha, pero faltó la jugada desequilibrante que posibilite la apertura del marcador. Se pisó muy pocas veces el área. Casi todo terminó en centros o remates de media distancia ante la imposibilidad de la profundización.
Una de las pocas fue un disparo de Nicolás Rizzo que se desvió en un defensor y concluyó en un tiro de esquina. La otra fue la más clara de la primera etapa y correspondió a Defensores Unidos: Alcides Miranda Moreira recibió el balón en el borde del área penal, encaró y sacó un potente remate de zurda que fue despejado por Mariano Monllor.
El período final comenzó de manera similar al de los primeros cuarenta y cinco minutos. Los “Zarateños” continuaron con su tozuda postura ofensiva y Liniers esperando la posibilidad de sorprender con un contraataque. A los doce minutos, Nicolás Rizzo apuró la salida del fondo local y capturó el balón. Inició su carrera hacia el arco y ante la salida de Martín Bernacchia colocó el esférico cerca del punto penal, donde Lucas Asconape, entrando a la carrera, definió con un suave toque de zurda. A partir de ese instante se produjo un cambio notable en el encuentro. Como era de esperar, el equipo local fue en busca de la igualdad. Pero estuvo tan apresurado que dejó espacios propicios para la contra de Liniers. Dichas acciones no tardaron en llegar. Dos minutos después del gol la “Topadora” pudo haber ampliado el tanteador dos veces en la misma jugada: un recio disparo de Asconape fue tapado por el arquero Bernacchia, y en el rebote, Oscar Romero solo en el área elevó el remate por encima del travesaño. Cinco minutos más tarde respondió el conjunto local: el ingresado Alexis Francovich ganó de cabeza dentro del área, pero lanzó la pelota por arriba del horizontal. El cotejo ganó en emotividad ya que por esos pasajes se tornó de ida y vuelta. Nuevamente Liniers se aproximó al área rival con un zurdazo de Asconape que se fue por encima del travesaño. Pero en respuesta a esa acción, cuando el cronómetro indicaba el minuto veintiocho, el recientemente ingresado Darío Lema colocó el empate al encontrar el balón boyando a la altura del punto penal. Luego el aliento del público local incitó a sus jugadores a conquistar el triunfo. Pero resultó contraproducente, ya que el elenco conducido por Gustavo De Giuli nunca más se acercó con peligrosidad al arco custodiado por Monllor. Como tampoco Liniers lo hizo en la valla de Bernacchia. Fue como si la paridad en el marcador hubiese calmado a los veintidós protagonistas. A partir de entonces carecieron las jugadas de riesgo y el encuentro se fue encaminando hacia el uno a uno final, que por lo observado acabó siendo lo más ecuánime.
Creemos que el punto vale. Porque el oponente atraviesa un buen momento y siempre resulta complicado en su estadio. En resumen, Liniers prolongó esta racha de triunfos y empates en los últimos cuatro partidos. Quizás no sea mucho. Pero al menos continúa sumando.
Héctor Quatrida
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