Nueva decepción celeste. Liniers presentó argumentos de arranque que hicieron ilusionar, aún luego de la expulsión de Romero, pero tras el gol de Lamadrid no pudo sostener el mismo rendimiento y sufrió una vez más.
Novedades en Liniers: Se presentó Marcelino Prol en la zaga central. Pero… ¿Allende en el banco? ¿Cuevas marcando punta?
Dentro de un partido chato, cortado por innumerables infracciones y sin mayores matices, propio de dos equipos que marchan a la retaguardia en la tabla de posiciones, fue Liniers el que mostró prolijidad y la primer llegada clara a través de un remate cruzado de Platero que no pudo llegar a conectar por poco Villalba. Entre Ferreyra y Gelenchir tuvieron la apertura para el local, sin consecuencias.
A los 27 se produjo una innecesaria infracción de Romero, ya amonestado. Terminó expulsado sin remedio, aunque en el desarrollo inmediato pareció no sentirse.
En el complemento el partido cobró mayor animación. Liniers se mostró más cómodo cediéndole la iniciativa a Lamadrid, teniendo espacios para la contra. Rizzo apenas comenzado remató cerca de un poste. Las imprecisiones y el juego fuerte siguieron gobernando en el terreno de juego. Pero sorpresivamente sobre los 16 se rompió el cero: Proyección de Angeloff por su sector, centro cerrado y desafortunada intervención de Amelotti para desviar el esférico y descolocar a Monllor.
El panorama cambió por completo. Lamadrid fue ahora el que tuvo espacios y por momentos lució su mejor fútbol. Liniers, una vez más, sumergido en sus dilemas… Insistió Angeloff por el sector izquierdo, y fue influyente Kasburg en ataque. Una gran maniobra del delantero fue providencialmente salvada por Amelotti. Liniers otra vez desde el banco tardó en producir cambios ofensivos que pudieran cambiar la historia.
Lamadrid mostró flaquezas defensivas, especialmente en su arquero Quiñones. Liniers no tuvo las ideas necesarias para aprovecharlas. Sobre el final salió mal el guardavallas en un córner de Lipo y Rizzo no pudo conectar con acierto. Ya en la hora Matías Giménez hizo estremecer la valla de Monllor con un remate que devolvió el travesaño y tras cartón un centro de David Córdoba, nueva falla del arquero y Villalba que remató entre varias piernas, pero rebotó en un defensor.
El final marcó la alegría del local que cortó una larga racha sin triunfos ni goles en Devoto. Para el Celeste una nueva mueca de preocupación.
Así Liniers concluye la primera etapa del torneo: Algunos tramos de rendimiento auspicioso combinados con muchos de frustración. El oxígeno en la tabla de promedios se va acabando.
Víctor Marinelli
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