En un partido sin mayores atractivos, Liniers igualó sin goles con Italiano. Como es habitual en Villegas, el local salió rápidamente en busca de la definición, y Villalba apenas comenzado tuvo el primero mano a mano con el arquero, pero su remate que se fue cerca de un poste; tras cartón fue Rizzo el que no pudo conectar de cabeza un centro muy propicio. La postura de Italiano pareció no variar a lo largo de los 90 minutos, en los que prácticamente en contadas ocasiones cruzó la mitad del campo de juego. Sobre los 30 una incalificable reacción de Acosta derivó en su expulsión y a partir de allí La Topadora se retrasó unos metros, ubicando a Cuevas en el lateral defensivo.
En el complemento nuevamente fue Liniers el que tuvo las chances más claras en dos cabezazos, primero de Rizzo de cara al arco, que se fue apenas desviado y luego de Cabrera, que devolvió el poste. Así, con un hombre menos, que nunca se sintió en la cancha y con mucho amor propio el Celeste estuvo mucho más cerca del triunfo frente a un rival sumamente mezquino, que tuvo sobre el final su única chance cuando Mendoza frente a Monllor remató muy deficientemente perdiéndose lejos del arco.
Liniers otra vez se quedó con la sensación agridulce de un empate que no le sirve de mucho, pero que se valora dadas las circunstancias de haber quedado en inferioridad numérica. Las urgencias siguen siendo ofensivas. Del medio hacia atrás el bloque es sólido, pero sin goles es difícil ganar los partidos. Todavía el técnico no encontró soluciones al respecto.
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