Es casi imposible abstraerse del desempeño del árbitro Juan Ledo porque torció abruptamente el resultado final del partido.
El arbitraje fue tendencioso durante todo el partido. Las pelotas divididas siempre tuvieron como destinatario a Sacachispas, que tuvo a favor innumerables tiros libres que a su vez significaron una manera de ir acorralando al Celeste contra su campo. Finalmente a Ledo no le quedó otro recurso que inventar una infracción que no existió. Fue la única manera que Sacachispas pudo empatar un partido que tenía perdido.
Pero el trago amargo que significó para Liniers que le birlaran alegremente dos puntos, no debe empañar todo lo bueno hecho por el equipo. Y esto es lo más importante.
Al orden y la concentración tantas veces destacadas, esta vez el equipo le agregó agresividad, ir a buscar su suerte en el arco de enfrente, y cuando no pudo tener la pelota, achicar espacios, cerrarle los caminos al rival y buscar salir de contra.
No había transcurrido el primer minuto de juego cuando “avisó” Villalba, que quedó mano a mano con Xavi Pascual que en gran esfuerzo salvó su arco. Instantes después una asistencia de lujo de Argüello fue conectada de manera impecable por el delantero para dejar vulnerado al arquero y abrir el marcador.
El resto de la etapa fue un tibio intentar de Sacachispas frente a un sólido planteo celeste, que le cerró los espacios. Con todo, tuvo el Lila un par de chances en los pies del Chanchi Estévez. La esperada vuelta de Alejandro Cuevas dejó huellas, exhibiendo su técnica siempre influyente por su sector. Un cabezazo de Amelotti sobre el final pudo ampliar el resultado.
Era previsible que Sacachispas comenzara a quemar las naves en el complemento, y no extrañó que terminara jugando con un 3-3-1-3. Ni aún así pudo superar a una defensa bien parada, que tuvo en Acosta (anuló totalmente a Salomone) y Amelotti sus máximos referentes, Romero un león en el medio y Villalba siempre perturbando a las defensas rivales. El único peligro que arrimó Sacachispas fue a través de un tiro libre de Oltolina que salió cerca del travesaño. Liniers, apostado de contra, llevó riesgo con sendos cabezazos de Villalba y Rizzo, más una estupenda apilada de Cuevas, cuyo remate salió muy cerca de un poste.
Pasaban largamente los 45 minutos y el árbitro no daba el adicional. Marcó exagerados 5 en definitiva, cuando tan sólo hubo 3 cambios y ninguna circunstancia extra que derivase una demora en el juego. Monllor no pasaba sobresaltos. En el quinto minuto concretó su obra maestra. La única alternativa que le quedaba, porque todo su “trabajo fino” a lo largo del partido no le había dado resultado.
La sensación de despojo quedó latente en la atmósfera del estadio. El daño estaba producido. Se suma al producido dos semanas atrás Cristian Suárez le “regaló” un penal a Midland que fue la única vía que tuvo para llevarse los tres puntos. Los directivos de Liniers harán la presentación en A.F.A.
Lo positivo, una vez más, el compromiso del equipo, que dejó todo en la cancha en un esfuerzo extremo, que lo hizo con orden y aplicación a un planteo táctico, que tuvo actuaciones descollantes y que no tuvo casi puntos flojos. El aplauso es para ellos, que jugando de esta manera -sin dudas- van a revertir la pobre campaña desarrollada hasta el momento.
Pero hay circunstancias imposibles de manejar, como la aparición de un personaje que terminó siendo el centro de atención y que despojó a Liniers de los tres puntos que tenía con toda justicia atesorados.
Es de esperar que luego de la intervención de las autoridades correspondientes, hechos como el que nos ocupa no vuelvan a repetirse.
Víctor Marinelli
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