Liniers lo ganó de punta a punta. Desde el minuto inicial con determinación fue en busca del triunfo y las situaciones favorables comenzaron a sucederse. A los 8 tras un centro de David Córdoba desde la izquierda Leandro Aversa de cabeza puso el primero. No desmayó La Topadora en busca del segundo, a los 24 un estupendo remate de Damián Villalba fue devuelto por el travesaño y en el rebote Nicolás Rizzo hizo extremar a Matías Roncoroni que desvió junto a un poste. Mientras Luján no conseguía hacer pie, Liniers sumaba méritos para ampliar cifras. A los 29 en un rápido contragolpe Roncoroni salvó a su arco en un mano a mano con Rizzo. Pero un minuto después tras una serie de rebotes dentro del área local, esta vez sí el delantero celeste pudo vulnerar el arco rival. Recién a los 33 a través de un cabezazo de Monasterio pudo llegar por primera vez el local.
En el complemento Luján agotó sus cambios buscando llegar al arco de Daniel Saranzotti. Pero fu inútil, Liniers le cedió la iniciativa y utilizó el contragolpe. Roncoroni otra vez evitó el gol ante Villalba, que había aprovechado un error inicial del arquero. A los 21 tras gran apilada de David Córdoba -gran figura- por izquierda, Aversa entrando por el medio remató apenas desviado. Promediando la etapa tuvo Luján algunos acercamientos siempre bien controlados por Saranzotti, teniendo a los 25 en la más clara, que salvó César Acosta sobre la línea. Faltando 10 minutos en una vehemente entrada, José Luis Salvioni, impactó con su pierna en el brazo derecho de Daniel Saranzotti que implicó la fractura del hueso cúbito, debiendo ser rápidamente asistido y operado posteriormente en el Hospital de Luján.
Fue la nota triste de una jornada en la que Liniers tuvo el reencuentro con un fútbol que hacía mucho tiempo no desplegaba. Superó abiertamente a su rival, que tuvo en Roncoroni la figura que evitó la goleada. Hubo actuaciones descollantes como la de David Córdoba, en un equipo que funcionó a pleno, en un nivel parejo y elevado. Ninguno desentonó. Estuvo firme desde el arco, pasando por una defensa que no otorgó ventajas. El medio se movió con soltura, con dos laterales que se proyectaron y generaron en el arco rival. Adelante, una dupla intratable. Por momentos el equipo desplegó un fútbol lujoso, de galera y bastón. El equipo repuntó enormemente. De continuar con este nivel es para esperanzarse con un buen campeonato.
Víctor Marinelli
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