En un partido de tono menor, Liniers sacó claras diferencias en el trámite frente a un pálido Deportivo Español, para ganar inobjetablemente, a pesar que sobre el final sufrió alguna preocupación.
Esta vez el equipo que armó De Paoli estuvo dentro de lo previsible. Volvió Leandro Aversa a ocupar la posición de lateral por izquierda, y realmente no extrañó el otro andarivel, mientras que Adrián Maldonado se movió como enganche por izquierda y aportó sus clásicas pinceladas de calidad. Nilo Vigna sigue su curva ascendente, esta vez como enganche por derecha. Romero y Cuevas algo más retrasados cubrieron el medio.
Fue muy poco lo aportado por Deportivo Español. Apenas el empeño de sus jugadores, pero no tuvo un plan de juego, fue apenas tirar pelotazos hacia adelante para que corran sus dos delanteros. Su arquero, el interminable Ezequiel Bustos, sostuvo en gran parte del partido el resultado.
Liniers fue el que siempre propuso. Con algunas impresiciones, pero siempre buscando asociarse para producir el desequilibrio. A los 10 apareció el talento de Maldonado para servirle el primer gol a Cuevas que definió a las manos del arquero. Poco después rápida combinación vertical de Segovia y Palmerola, con remate cruzado del delantero apenas desviado. Pasada la media hora, nueva aparición de Maldonado asistiendo a Palmerola, y esta vez el envío del goleador no pudo ser conectado por Varela de cara al arco. Apareció Bustos dos veces a los 42 frente a un cabezazo de Cabrera y una media vuelta de Vigna. El gol caía de maduro. Y llegó un minuto después cuando en rápida salida de contra combinaron Segovia, Vigna y Palmerola, que ingresó al área con pelota dominada, eludió al arquero y definió con el arco vacío.
Español aisladamente pudo llegar. Intentó por izquierda con las proyecciones de Mariano Díaz y por derecha con Joel Ibarra. Pero siempre esfuerzos individuales. Igualmente Monllor estuvo atento y debió extremar sus recursos en un mano a mano ante Josué Sandoval y en un par de llegadas de los primeramente nombrados.
En el complemento se esperaba la rúbrica, frente a un rival que comenzó a sentir el ritmo. Nilo Vigna en gran jugada individual hizo lucir a Bustos y otra vez el arquero a los 9 estuvo atento ante un envío de Palmerola que por poco no llegó a conectar Nicolás Horacio, de buen partido. Tuvo en jugada aislada el empate Ibarra y definió mal. Pero las jugadas de peligro se siguieron sucediendo, y Palmerola una vez más chocó contra las manos de Bustos y sobre los 30 una espléndida media vuelta de Nicolás Horacio dio en el poste izquierdo.
Esta vez Liniers tomó algunos recaudos. A poco de comenzado el período Sawicki había ingresado por Cuevas y fue doble cinco con Romero. También se produjo el debut de Marcelo Araujo, que en un par de pisadas demostró que tiene mucho para aportar, ocupando el carril izquierdo, mientras que Vigna ocupó el derecho. Liniers se paró con un 4-4-2, y a pesar de que tuvo varias situaciones, no pudo liquidar el pleito y florearse como tal vez imponían las circunstancias.
Español sin resto físico, igual no bajó los brazos. Fue a la carga final con un par de cambios y en dos instancias tuvo el empate. Primero salvó Nicolás Horacio de cabeza, cuando Monllor estaba sin chances y al final un remate de media distancia de Luis Pérez se fue cerca del horizontal.
Ganó Liniers, sin lucir, pero con el peso de haber sido superior individual y colectivamente a su rival. Esta vez ganó en concentración, tuvo momentos de fútbol asociado, llegó en varias oportunidades al arco rival producto de esa generación de juego y le faltó la frutilla del postre.
El equipo comienza a hacerse fuerte de local. Ganó 3 de los últimos 4 y espera nuevamente en su cancha a Laferrere, en el clásico zonal, para reafirmar todo lo actuado.
Se cerraría así la primer etapa del ciclo de Rodolfo De Paoli, que ha intentado variantes, que ha cambiado esquemas y que ahora con la vuelta de Silvio Fuentes y también la de Raúl Ruíz tiene más opciones para generar juego, con variantes ofensivas. Lamentablemente no estará Palmerola, que llegó a la quinta amarilla, pero lo demostrado por Nicolás Horacio le abre el camino para tener su lugar en el primer equipo.
Es para comenzar a tener un moderado optimismo sobre lo que puede venir.
Víctor Marinelli
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